
Fraude de la formación: alguien ha hecho el ridículo
ANTONIO AVENDAÑO
Donde la Cámara de Cuentas veía indicios de delito por todas partes, el Tribunal de Cuentas no ve nada. Cero. Es como si los miembros de una y otra institución hubieran estudiado en facultades no ya distintas sino enemigas.
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