miércoles, 1 de febrero de 2017

YA SE TAMBALEA LA CORRUPTA,AHORA QUE LA JUZGUEN

LAS 'MAREAS BLANCAS' DE ANDALUCÍA
Jesús Candel, 'Spiriman'.

La lucha de 'Spiriman' tumba a la cúpula de Salud de Susana Díaz



Sanidad, educación y contestación interna en el PSOE elevan su impopularidad
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La coincidencia de los acontecimientos ha querido que la primera visita oficial de Susana Díaz al Ayuntamiento de Cádiz vaya a producirse en el mayor momento de impopularidad de su trayectoria como presidenta de la Junta de Andalucía.
Sus batallas internas para descabalgar a Pedro Sánchez de la Secretaría Provincial del PSOE le han propiciado incluso el rechazo de buena parte de la militancia de su propio partido. A ellos, se unen numerosos ciudadanos que han decidido que basta de restar personal y material a la sanidad pública, que basta de un inacabable deterioro. Una sensación de plena actualidad, con protestas casi diarias que ya han llegado a la provincia de Cádiz y que afecta a la sanidad, uno de los servicios fundamentales de la administración autonómica, del que tanto ha presumido.
Hasta ahora, a la responsable socialista le resultaba mucho más sencillo culpar a los demás de una mala situación que ponerse a trabajar, pero el doble juego de la Junta de Andalucía con respecto a los recortes ha terminado por ser inaceptable para muchos miles de andaluces, máxime cuando con lo que se está jugando es con la salud de sus familias.
Valga recordar que desde 2012, el SAS ha perdido, sólo en la provincia, 700 profesionales sanitario, por no hablar del número de cerradas camas en sus hospitales o de los centros, construidos o sólo proyectados, que nunca han llegado a entrar en servicio. Los gaditanos, habría que recordarle, no son tontos. Y notan cómo sigue incrementándose la lista de espera para una intervención quirúrgica y cómo la atención que reciben de unos profesionales sanitarios que están desbordados es cada vez de peor calidad.
El otro gran bloque de responsabilidad de la Junta, y de Susana Díaz, es la educación. Antes de Navidad, el célebre informe PISA volvió a poner la cara colorada a los andaluces, una vez más. Su sistema escolar es uno de los peor valorados, mientras los docentes también denuncian precariedad y miserias. Sin ir más lejos, la visita de Susana Díaz coincide con el derribo de un muro en un céntrico colegio gaditano, Celestino Mutis, que corría riesgo de caída.
Como anecdótico síntoma, o no tanto, las coplas de Carnaval la critican como nunca. Es una sencilla prueba de que su popularidad política está bajo mínimos. Como nunca en los últimos 20 meses en los que Cádiz esperaba su visita.

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