Conil quiere turismo, pero de calidad
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Habitantes de la localidad gaditana luchan para acabar con los alborotos y los daños que causa la 'movida'
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Inmobiliarias piensan en subir las fianzas de los alquileres a 250 euros
La
localidad gaditana ha alcanzado una gran popularidad en los últimos
años, quizás ha sido su agua azul, su arena fina y blanca o sus
habitantes . Tal vez ha causado efecto el color tan especial que nace
de todas las casas y que se puede observar desde cualquier playa que se
asienta cerca del paseo marítimo. El verano llega y los habitantes de
esta localidad acogen con gran entusiasmo la ola de personas que pasan
por la localidad durante los meses de más calor después de un invierno
demasiado tranquilo. Sin embargo la llegada de más personas supone para
el municipio ruidos, escándalos, suciedad y actos incívicos.
Sofía Dimitra García, trabajadora de una inmobiliaria
en la calle Chiclana, asegura que los jóvenes dejan las viviendas muy
sucias y en algunos casos destrozadas. Desde la inmobiliaria se han
propuesto subir la fianza a 250 euros, este año ronda entorno a los 100
euros, una cantidad que no cubre los imperfectos ocasionados por los
jóvenes. También García comenta que intentan no alquilar mucho a jóvenes
por la situación que se está dando, "pero no quieren dejar de hacerlo
del todo porque no deben pagar estos actos una mayoría joven que sabe
comportarse".
Conil atrae y atrapa a la juventud por su ambiente
nocturno para luego concentrarla principalmente en una zona conocida
como la calle del Peñón. En ella están ubicados numerosos pubs que
esconden música, alguna que otra guitarra y voces nuevas que acarician
por primera vez un micrófono. Estos bares, coctelerías son el sitio
preferido para aquellos amantes de la noche.
La calle respira alegría y ofrece diversión. Pero
llegan las tres de la madrugada y parece que ese ambiente festivo se
apaga y da paso a otra cosa, a un tipo de acciones que no deberían ir
ligados nunca con divertirse. Vecinas de la zona como María Pastora y
Manuela Estudillo, a sus setenta y largos, comentan los gritos en la
madrugada. Pastora que vive en la calle Cádiz asegura que no le
molestan, pero Estudillo sí que se ha visto perjudicada por el alboroto
acaecido durante la madrugada. Pese a estas declaraciones ambas vecinas
afirman que prefieren ver el pueblo así, lleno de vida, que "el
escándalo son situaciones puntuales".
A pocos metros de la famosa calle del Peñon se
encuentra la discoteca Ícaro situada muy cerca del Arco de la Villa,
restos de una de las puertas que protegía al pueblo. Esta zona es lugar
de concentración masiva de personas, pero también de líquidos, de
vecinos desesperados y de personas ya confundidas.
Conil llora a las seis de la mañana, por sus calles
corretean todos los cristales rotos, el alcohol, los restos de comida de
algún bar que se intenta ganar la vida abriendo sus puertas en la
madrugada.
Vecinas de la zona del Arco de la Villa que prefieren
no dar sus nombres soportan la situación como pueden desde hace
bastante años, cuando la discoteca cierra sus puertas y se vive
'Sanfermín' en Conil. "Las calles se asemejan a un baño público y la
policía no aparece para dispersar", dicen. Además, se quejan de la falta
de personal de limpieza.
Este pequeño pueblo y sus habitantes quieren que el
turismo de familia aumente, y que la juventud que llegue se comporte
adecuadamente, coinciden las personas entrevistadas. La localidad
pretende alcanzar un turismo de calidad, comentan. Conil no quiere
daños, no quiere suciedad a las seis de la mañana. Este pueblo quiere y
sueña poder amanecer cada verano sin tener que borrar las cicatrices que
dejan algunos en las calles.
SI LOS HABITANTES DE CONIL NO ALQUILARAN BARATO,METIERAN CUATRO EN UN PISO DE DOS,VENDIERAN LOS CUBATAS POR DOS DUROS Y DIERAN DE COMER BAILAS POR LUBINAS NO PASARIA ESTA INVASION DE "MIARMAS" SUCIOS Y MALEDUCADOS ,ALEMANES PEDOFILOS Y PUTAS RUMANAS...
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