El PSOE andaluz quiere vigilar a los tuiteros
Los socialistas andaluces pretenden evitar que "las redes sociales sean un vehículo para faltar al respeto de los compañeros"
La realidad es que los votatantes de Diaz son mayor de 60 años,analfabetos,sin educacion y que viven en su mayoria de diferentes subsidios y ayudas.
Ni tuitean siquiera.Diaz pierde votantes a medida que ellos y ella se vuelven mayores.Son "miarmas" y "bienqueda".
Si la dirigente pierde poder,pierde votos porque no la votan por ideologia,sino por cenveniencia.
La votan a ellacomo pueden votar a"Juan y Medio"
La realidad es que los votatantes de Diaz son mayor de 60 años,analfabetos,sin educacion y que viven en su mayoria de diferentes subsidios y ayudas.
Ni tuitean siquiera.Diaz pierde votantes a medida que ellos y ella se vuelven mayores.Son "miarmas" y "bienqueda".
Si la dirigente pierde poder,pierde votos porque no la votan por ideologia,sino por cenveniencia.
La votan a ellacomo pueden votar a"Juan y Medio"
Los socialistas andaluces quieren poner puertas al
campo o más exactamente controlar el contenido de lo que escriben sus
militantes en las redes sociales. La ponencia marco del PSOE de
Andalucía, que se debatirá en el 13º Congreso Regional del próximo fin
de semana, incluye la propuesta de "definir los derechos y deberes de la
militancia en la red", de manera que "el respeto y la ejemplaridad"
sean la guía por la que deban transitar los mensajes de sus militantes.
En la intensa campaña de las primarias del pasado mes de mayo y los
meses que la precedieron, la batalla entre los pretendientes a la
secretaría general (Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López) se libró
en las agrupaciones, pero también en las redes sociales. Según datos del
PSOE, 98.700 de los 187.949 militantes están en Twitter (52%) y 104.000
(55%), en Facebook.
Un informe del blog Twitter Bots de abril pasado
analizaba el apoyo de los candidatos: "Pedro Sánchez es quien más apoyo
tiene en Twitter. Está dominando claramente tanto en retweets y FAVs (me
gusta) sobre sus tweets como en el volumen y alcance de los hashtags de
su campaña. El apoyo de Susana Díaz parece estar bastante focalizado en
Andalucía, habiéndose detectado una red de cuentas automatizadas para
simular apoyo en el resto del país. Algunos de sus hashtags son
contestados con cierto éxito por sus detractores en Twitter. Por último
la candidatura de Patxi López no lo tiene fácil para competir con
líderes y equipos ya asentados. Está teniendo un papel discreto, aunque
con posibilidades de mejorar en la medida que consiga llegar a los
militantes menos polarizados".
Los autores del
informe se preguntaban en qué medida estos resultados eran trasladables a
las urnas, toda vez que la gente con presencia en Twitter "no es
representativa de la sociedad española ni de los militantes del PSOE".
El recuento de los votos les resolvió la duda: Sánchez ganó con el
50,2%; Díaz, que sólo venció en Andalucía, obtuvo un 39,9%; y López, que
se impuso en Euskadi, sumó 9,8%.
La propuesta del
PSOE andaluz de regular los derechos y deberes de los militantes es un
calco de la que hizo la gestora socialista en su propuesta de ponencia
marco y que fue arrumbada por el equipo de Pedro Sánchez cuando este fue
elegido secretario general. "Debemos canalizar las actividades de
nuestra militancia en favor de la defensa de nuestros valores, mejor que
en disputas internas que debilitan al partido", defendía la gestora. Y
prometía: "El PSOE será el primer partido que regule en su norma de
máximo rango, los Estatutos Federales, las estructuras de participación y
defina los derechos y las obligaciones de los afiliados en la red".
En el 39º Congreso Federal congreso socialista lo que salió aprobado es
más laxo y remite a un "código de redes a compartir y asumir por toda
la militancia socialista, con el compromiso de utilizar las redes
sociales de manera positiva, en base a principios de veracidad, respeto
mutuo, participación constructiva y máxima concordia".
La propuesta de los socialistas andaluces no baja al terreno de la
concreción, pero desde la dirección de Susana Díaz se defiende poner
"unos límites, porque todo lo que sea atacar de forma no respetuosa no
puede permitirse", afirman las fuentes consultadas. "Las redes no pueden
ser un vehículo para faltar al respeto de los compañeros", subrayan.
Hay dirigentes andaluces que en reuniones internas han defendido abrir
expedientes a los que critican en las redes, con el argumento de que "no
se puede ir contra las decisiones de la empresa". Y también hay los que
están alertando de una nueva forma de control interno a través de los
tuis y retuits, al considerarlos como un termómetro de adhesión o
desafecto a la líder.
Desde la dirección federal
advierten que el PSOE andaluz no tiene competencias para regular los
derechos y deberes de los militantes. "Hay una jerarquía normativa y
también en lo orgánico. Se hará lo que diga la comisión ejecutiva
federal", avisan. Los socialistas andaluces reconocen esa competencia,
pera afirman que "iniciarán" el camino. "No podemos contradecir, pero si
vemos que la regulación es insuficiente, sí podemos complementarla",
señalan fuentes de la dirección regional.
El alcalde
de Jun y responsable federal de Dinamización de Agrupaciones Locales,
José Antonio Rodríguez, asegura que es la Constitución española la que
marca los derechos y deberes de los ciudadanos y asegura que es el
Comité federal de Ética y Garantías el que decide "cuando un militante
se pasa". "Una cosa es un código ético y otra regular las redes. ¿Qué
regulas?, ¿si puedes manifestarte en contra del secretario general?,
¿dónde está el límite entre los insultos y la libertad de expresión?",
inquiere.
El dirigente de Izquierda Socialista y
decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de
Granada, José Antonio Pérez Tapias, afirma que lo "prioritario" es la
libertad de expresión. "Hay que exigir cortesía y educación, pero es un
exceso regular el uso de las redes. A veces se confunde la crítica
política con la falta de respeto. Hay que distinguir y no recortar
derechos, sino generar culturas de debate, de participación y buenas
práctica". Y añade: "A veces ha habido abusos un tanto no respetuosos
que han traspasado ciertas fronteras de buenos modos. Hay que tratarlos
con más normalidad y primar la libertad de expresión".
Hay dirigentes sanchistas que creen que detrás de esta iniciativa lo
que se esconde es el intento del PSOE de Andalucía de "hacer un partido
diferente", de significarse contra contrapunto a la dirección federal de
Pedro Sánchez. En la ponencia esta actitud queda clara al omitir la
definición de una España plurinacional, como sí hizo el federal, o al
marcar distancias con "la izquierda improductiva" en alusión a Podemos,
con quien Sánchez ha abierto canales de comunicación. También en las
redes, quieren más un PSOA que un PSOE.
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