Ramón de Carranza Fernández, el ex alcalde de Cádiz al que participar en el golpe del 36 le costará un estadio
Carranza vuelve a los titulares por la eliminación de su nombre del callejero de Cádiz y del estadio de fútbol por la aplicación de la Ley de Memoria Histórica
El historiador Diego Caro y el biógrafo e historiador de Ramón de Carranza, el profesor Joaquín Piñeiro, ambos de la Universidad de Cádiz, nos ayudan a trazar el perfil del personaje gaditano
Cuando fue alcalde entre 1936 y 1937 Carranza restituyó los nombres de las calles que habían sido cambiados tras la proclamación de la II República
El historiador Diego Caro y el biógrafo e historiador de Ramón de Carranza, el profesor Joaquín Piñeiro, ambos de la Universidad de Cádiz, nos ayudan a trazar el perfil del personaje gaditano
Cuando fue alcalde entre 1936 y 1937 Carranza restituyó los nombres de las calles que habían sido cambiados tras la proclamación de la II República

El callejero y la memoria histórica
han puesto el nombre de Ramón de Carranza Fernández de la Reguera en
primera línea de actualidad. El Ayuntamiento y parte de la oposición
están de acuerdo en que la aplicación de la Ley de Memoria Democrática e
Histórica pasa por el cambio de nombre de una de las principales avenidas de la ciudad y
del estadio de fútbol, de propiedad municipal. "Firmó personalmente
informes incriminatorios para reprimir a quienes fueran sospechosos de
haber pertenecido al Frente Popular, a un sindicato o simpatizar con el
Gobierno de la Segunda República", aseguran en la justificación de la
decisión por parte del Ayuntamiento.
Pero ¿quién fue
Ramón de Carranza Fernández? ¿Cuál fue su papel durante la II República?
¿Fue activo durante el Golpe de Estado de las fuerzas militares? ¿Qué
hizo como alcalde de Cádiz durante el primer año de la Guerra Civil?
"No me da la gana"
Año 1936. Elecciones generales en la II República española. Cuenta el historiador Diego Caro
que el Frente Popular (que agrupa las fuerzas políticas de izquierda)
gana las elecciones. Ramón de Carranza Fernández logra ser uno de los
dos diputados en Cortes por Cádiz en representación del Frente
antirrevolucionario que agrupa a partidos de derecha y monárquicos.
Tenía 73 años y le tocó presidir la mesa de edad del Congreso. Dice el
diario de sesiones que alguien en la bancada pidió que dijera un !viva
la República¡ y que él contestó: "No me da la gana".
La anécdota parlamentaria no deja de ser
representativa de la relación de Ramón Carranza con la II República.
Porque este hombre nacido en Ferrol en una familia vinculada a la Armada
tenía un perfil militar y profundamente monárquico. Como explica el
historiador y biógrafo de la Universidad de Cádiz Joaquín Piñeiro,
se sintió atraído por la política en 1898. Desde entonces ocupó
diferentes cargos en el Congreso y el Senado, pero no fue hasta 1927,
durante la dictadura de Primo de Rivera,
que se convirtió en el alcalde de Cádiz siendo responsable de "un
ambicioso programa de obras públicas" que "transformó la ordenación
urbanística de la ciudad" porque "sentó parte de las bases de la
reurbanización del Cádiz de extramuros, la zona franca y el puerto a
partir de 1927".
Sin embargo, la proclamación de la
II República se puede decir, a juicio del profesor Caro, que le pilló
por sorpresa. De hecho, en las elecciones de 1931, mientras en toda
España ganaban los partidos republicanos, en Cádiz no obtuvieron ningún
escaño, con un pucherazo sonado y documentado. El resultado demostraba
que Ramón de Carranza, cabeza de lista, seguía controlando el
Ayuntamiento. Sin embargo, el Gobierno ordenó repetir las votaciones en
los casos de fraude y los monárquicos quedaron fuera. Hasta 1933, no
volvería a la vida política activa Ramón de Carranza siempre en las
filas de lo que podría ser la derecha más reaccionaria, en el partido de
Renovación española.
"Represión administrativa"
Llega el día del golpe de Estado, el 18 de julio de 1936. Se desconoce
que Carranza actuara personalmente, pero sí hay documentos que
certifican que miembros de su partido estuvieron comprando armas en
Italia los días y semanas antes del golpe. Dos días después del Golpe,
Carranza era nombrado alcalde de Cádiz y gobernador civil (cargo este
último que sólo compatibilizaría hasta el 6 de agosto). No tardó ni diez
días en organizar "una suscripción en el domicilio de Acción Ciudadana
para recabar fondos para las tropas rebeldes a la República", para
mostrar su clara adhesión, explica Piñeiro.
Su
mandato municipal en esta ocasión fue bastante breve (apenas un año,
por su estado de salud) pero decisivo: "su actividad fue, obviamente, no
obstaculizar las actuaciones" de los golpistas, "lo que incluía la
represión de los que se destacaron en defensa del orden vigente". Fue el
encargado de organizar "una Comisión Depuradora
para la destitución de los funcionarios municipales interinos" que
perteneciesen a alguno de los partidos del Frente Popular, y para la
contratación posterior de sustitutos. "La Comisión llegó a expulsar a
más de 100 trabajadores sólo en Cádiz". Es lo que se llamó la "represión
administrativa", explica Caro, frente a la "represión caliente que
hacían los militares", extremo en el que se basa la eliminación de su
nombre en Cádiz. "También fue el encargado de dictar normativas de
actuación para la población civil similares a las de otras poblaciones
dominadas".
En cualquier caso, Ramón de Carranza se
alineó claramente con el levantamiento antes y después de manera activa.
Piñeiro señala que hizo hijos adoptivos de la ciudad en septiembre de
ese año a los generales Queipo de Llano (conocido por la sangrienta
represión en Andalucía), Varela (quien dirigió la sublevación en Cádiz) y
López Pinto, y fue el padre de la creación de una "guardia cívica" para
auxiliar a las tropas franquistas en Cádiz, y mantuvo durante ese año
dos reuniones con Franco en Salamanca y Burgos para "mostrar adhesión y
gestionar asuntos de Cádiz".
Su nombre entró en el
callejero de la mano de su hijo, José León de Carranza, también alcalde
franquista entre 1948 y 1969. Pero como si la historia estuviera
esperando para hacer bucles con el destino, Carranza, que como alcalde
"dictaminó la restitución de los antiguos nombres de las calles
cambiados tras la proclamación de la II República", será retirado del
nomenclator gaditano antes de que termine el año 2017.
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