POLÍTICA
Perfil del vicesecretario de Acción Sectorial de los 'populares'
Maroto, el yerno perfecto para las votantes del PP
La relación de Maroto y su pareja, Josema, saltó a los titulares en junio al anunciar su boda
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Javier Maroto, vicesecretario sectorial del Partido Popular. ALBERTO DI LOLLI
Javier Maroto Aranzabal nunca necesitó en la política vasca dar explicación alguna sobre su relación con José Manuel Rodríguez (Josema). Diecinueve años de noviazgo con quien ha sido su única pareja que toda la ciudad y, especialmente sus votantes, asumían con la indiferencia que otorga la normalidad. Porque Javier y Josema, Josema y Javier ni se han escondido en la ciudad del político del PPalavés ni tampoco lo han hecho en Durango, el pueblo vizcaíno en el que trabaja Rodríguez como gerente de las sociedades publicas del Ayuntamiento históricamente controlado por el PNV.
Maroto se enamoró de Josema en uno de los encuentros de antiguos alumnos que periódicamente organiza la Universidad de Deusto, el centro dirigido por los jesuitas en el que se ha formado gran parte de los abogados y economistas mas prestigiosos de España.
Excelente estudiante, el ex alcalde y ahora vicesecretario general del PP inició su andadura profesional en la banca justo cuando, con la normalidad de la que hace bandera, explicó a sus padres y a sus dos hermanos que se había enamorado de un compañero de la Comercial de Deusto un par de años mayor que él.
Primero en Durango y luego en Vitoria, la pareja continuó sus carreras profesionales. Iñaki Oyarzabal, primero, y Alfonso Alonso, después, vieron en Maroto un enorme potencial y tras ficharlo para el PP alavés muy pronto le dieron la oportunidad de incorporarse al equipo del alcalde Alonso en 1999.
Un pequeño salto a la vida pública que le mantuvo alejado de miradas indiscretas pese a que la pareja adquirió un piso en el centro de la ciudad, que ambos pasean habitualmente junto a cientos de vitorianos por el Paseo de La Senda y a pesar de que Maroto cuenta con un amplio numero de familiares y amigos en la capital alavesa.
La relación de Maroto y Rodríguez salto a los titulares cuando el entonces aún alcalde de Vitoria anunció el pasado mes de junio su boda con su pareja de toda la vida. Habían pasado solo unos días después de que lograra vencer en las urnas obteniendo mejores resultados que en 2011 y todo apuntaba a que repetiría como alcalde. Pero un pacto no escrito entre PNV y EH Bildu, con el visto bueno del PSE, le apartó de la Alcaldia.
Su salto a la política nacional llegó al ser sugerido como relevo por el ministro de Sanidad y gran amigo de Maroto, Alfonso Alonso. Con Maroto en la cúpula del PP la boda 'entre amigos' que planificaba adquirió una nueva dimensión. Y es que los compromisos políticos del yerno ideal ensombrecen una boda tan esperada.
Lo que no se sabe si como decimos los argentinos es el soplanuca o el muerdealmohada....
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