lunes, 19 de febrero de 2018

F UAEEEEEEEE........................RA,UN COCHE CON TAPAERA

La boda de Disney para la Bella y la Bestia de Conil

Una pareja de CONIL DE LA FRONTERA se casa vestidos de personajes de cuento con hasta tres cambios de vestuario






Lorena y Bartolo prefieren ser originales en todo. Además resulta que ella es muy habilidosa con las manualidades. Suma eso a su amor con el mundo de Walt Disney y el resultado es una de las bodas más originales que se recuerdan. «La gente tiene miedo de hacer lo que le gusta por el qué dirán. Y yo no», reivindica Lorena.
La historia de esta boda de cuento arranca en el programa de Telecinco «Cámbiame», donde los entonces novios acudieron para que les ayudaran a planear su enlace. Lo pasaron en grande, recuerdan. De la tele salieron famosos en su pueblo, Conil (Cádiz), y con un vestido blanco para ella y un traje para él. Tan conocidos que la gente les paraba para hacerse fotos. «Yo estaba de relaciones públicas de un bar de copas de Conil, «La Cochera» y mi novio, de portero». Ella notaba que le gente se le quedaba mirando. «A la segunda o tercera mirada ya me preguntaban».


El novio, con el zapato de su «princesa»
El novio, con el zapato de su «princesa» - ABC

Al andar hacia el altar, sonaron unas campanas. «Entonces salí corriendo como la Cenicienta y me dejé un zapato», cuenta divertida la novia. Mientras se cambiaba de vestido, su casi marido le probaba el zapato a las invitadas, como hacía el príncipe del cuento. «Me puse el vestido de Cenicienta, azul, que es con el que me casé», recuerda Lorena.
Aún se cambió una tercera vez para ir como la protagonista de la película «La Bella y la Bestia». Ahí la acompañó Bartolo, perfectamente caracterizado de la Bestia, pelos y cuernos incluídos. Vestidos de esa guisa abrieron el baile.
La «obsesión» de esta conileña con Disney nace en su infancia. «Yo de chica quería ser una princesa, pero como vi que no era posible, pues dije: “yo me caso de princesa”». Recuerda que nunca le hizo ilusión el casarse de blanco. Y tuvo la suerte de encontrar a Bartolo, que comparte con ella es afición por ser originales y pasarlo bien.
Su enlace tuvo tantos detalles que es difícil resumirlos todos. Ella misma hizo los centros, todos inspirados en Dinsey. Mickey y Minnie recibieron a los invitados. Hubo palomas, bailes de salón como en las películas de animación y narices de payaso para los invitados. «La gente me pregunta que cuándo me vuelvo a casar -se ríe Lorena - porque se lo pasaron muy bien».
En casa tampoco encontró problemas. Solo una tía que le comentó a su madre que cómo iba a pagar «tanta tontería que tiene en su boda». Pero su madre la apoyó: «Pues si no puede pagar, ya la ayudo yo», respondió a su hermana. Su hijo, que tiene cinco años, lo pasó también en grande. «Iba vestido de la Bestia, como mi marido».
Ella, que se dedica a la animación de fiestas infantiles con el sobrenombre de «Piruleta» consiguió que a finales del verano pasado, cuando fue la boda, todo Conil hablase de su enlace. «La gente tenía frito al del cátering, venga a preguntar que qué iba a poner la “Piruleta” en su boda». No defraudó. «La gente me dijo que nunca había visto una boda así», cuenta.


Los novios, en la mesa presidencial
Los novios, en la mesa presidencial-ABC

Tampoco le salió especialmente caro. «A ver, en una boda te puedes gastar lo que tú quieras. Pero yo me muevo mucho por Internet y además me gusta mucho hacer cosas con las manos. La pajarita de Bartolo, por ejemplo, la hice yo», cuenta la novia.


Aunque haya quien lo vea excéntrico, Lorena no se arrepiente de su boda. Está orgullosa. La montaron en solo dos semanas, como ellos querían y fueron felices ese día. «A mi me da igual lo que piense la gente», dice.

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