Rajoy-Rivera, ¿tándem en la Moncloa?
Y
Susana -Marin en San Telmo
La consolidación de un
esquema de cuatro partidos fuertes situaría como hipótesis probable la
de un Gobierno de coalición entre el PP y Ciudadanos, con sus líderes
repartiéndose el Gobierno
.
Faltan nueve meses para las elecciones generales y la
sensación no es de incertidumbre, sino de montaña rusa. Todo se
considera ahora posible en un país acostumbrado a que las elecciones se
decidieran por lo que dictaminaba ese único millón de españoles que
cambiaba de papeleta en cada cita con las urnas. Las grandes bolsas de
voto cautivo del PP y del PSOE les garantizaban hasta
hace poco cifras cercanas a los nueve millones de sufragios. Y eran ese
millón de indecisos, que unas veces optaban por uno y otras por otro,
los que decidían si la moneda caía del lado de socialistas o de
populares.
A falta de que se confirme en las urnas, todo indica
que no solo ese bipartidismo perfecto ha saltado por los aires, sino que
caben ya las hipótesis más descabelladas, como la de que los dos
grandes partidos sean tercero y cuarto en las próximas elecciones.
Bastaría para ello con que Podemos mantuviera su suflé a la altura actual y que el de Ciudadanos siguiera subiendo al ritmo imparable de los últimos días, sin que se adivine techo y sin que nadie sepa muy bien por qué..
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