sábado, 28 de marzo de 2015

LOS DUEÑOS DE LA PROVINCIA...Y DE TU VIDA

Campo, vino, toros... y Coca-Cola: así se hicieron ricos los Mora-Figueroa


La quinta fortuna de Andalucía -800 millones de euros según Forbes-, nace de la tradición andaluza y de la chispa de la vida

Campo, vino, toros... y Coca-Cola: así se hicieron ricos los Mora-Figueroa
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Ramón Mora-Figueroa Domecq
La familia Mora-Figueroa Domecq es la quinta fortuna de Andalucía: Forbes estima que tienen 800 millones de euros. Esta saga de empresarios jerezanos une lo más tradicional de la tierra (son ganaderos, agricultores, bodegueros) y lo más moderno (la Coca-Cola). Cómo esos dos mundos llegaron a unirse es no solo la historia de la familia. También es la de España y cómo cambió su economía del campo a la industria.
Los Domecq no necesitan mucha presentación, pues son una de las familias más reconocidas del sur de España. A principios del siglo XVIII llegan a Andalucía y fundan una bodega que bautizan con su apellido. Vinos y brandys de calidad cimientan los inicios de esta fortuna de «dinero viejo». El patrimonio de los Domecq no viene de «pelotazos» o aventuras locas. Es producto del trabajo de muchas generaciones en el campo y en sus bodegas. En el siglo XX, cuando los Domecq ya eran en Jerez y Andalucía la institución que son hoy día, las empresas familiares las controlan entre cinco ramas: Domecq Rivero, Domecq Díaz, Domecq González, Domecq de la Riva y Soto Domecq. Todos ellos sientan a alguien en el consejo de administración. Pero el futuro de la compañía y del grueso de la fortuna de la familia tendría que dar un giro: Una de las Domecq Díez, Carmen, casa con José Ramón Mora-Figueroa.

El «asalto» a la bodega

El matrimonio Mora-Figueroa y Díez une en Jerez dos grandes familias de terratenientes. Y José Ramón, emparentado políticamente con los Domecq, empieza a comprar participaciones de la compañía para hacerse con el control. Corren los años y el descontento, la necesidad de efectivo o la falta de fe en el proyecto de modernización de la industria Domecq anima a muchos del clan a vender. Y los Mora-Figueroa Domecq no dejaron de comprar. Con el control efectivo de la bodega se explica parte de la fortuna de esta familia jerezana. Pero hay mucho más.
Los Mora-Figueroa no son solo vino y campo. La otra pata de los 800 millones de euros que les atribuyen tienen que ver con Estados Unidos y la Coca-Cola. La empresa de Seatle ya distribuía su archiconocida bebida en España a primeros del siglo XX: «Zonas como Cataluña y Canarias se adelantaron a ciudades como París o Londres a través de botellas de Coca-Cola importadas», explica la marca de refresco. Eran los años 20.

Embotellando Cola-Cola

Con el tiempo Coca-Cola buscó socios locales para embotellar la bebida y distribuirla. Y ahí estaban de nuevo los Mora-Figueroa Domecq. Consiguieron la exclusiva de este negocio para Andalucía, Exremadura y Ciudad Real. Dinero sobre dinero. Pero tampoco pararon ahí. Se aliaron con otros embotelladores de España y crearon una sociedad conjunta, desde la que, además, invirtieron en la empresa matriz americana.
Con la gestión de los campos, las bodegas y la embotelladora de Coca-Cola se lanzaron a otra inversiones, diversificando sus inversiones. Entraron en el sector inmobiliario, de campos de golf, concesionarios de coches... Esta familia no ha dejado de mover su fortuna para generar más negocios. Del campo a los coches y del vino a la Coca-Cola, los Mora-Figueroa han aprovechado a partes iguales la fortuna familiar y las oportunidades de inversión. Tanto como para acumular 800 millones de euros.

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