"¿Ha sufrido usted algún delito menor en Londres?", fue la pregunta lanzada en Twitter por el periódico The New York Times, ante la creciente preocupación por la ola de delincuencia que sacude la capital británica.
En vez de tomárselo a la tremenda, los londinenses han preferido afilar el arte del sarcasmo. He aquí una colección de petty crimes cien por cien londinenses, recopilados con paciencia por Martin Belam en The Guardian...
"Un tipo extraño intentó hablarme en el metro y le denuncié, porque hablar con extraños en el suburbano es ilegal".
"¡Seis libras por una pinta de cerveza! ¡Eso sí que es un robo a plena luz del día!".
"Dejé mi paraguas barato a la entrada y a la salida pillé otro más caro, más resistente y más vistoso. ¿Es eso delito?".
"Dos tipos con sus mochilas dieron vueltas y más vueltas sobre sí mismos cuando viajaban en el tren en hora punta, golpeando a los pasajeros y creando una tensión que pudo haber escalado".
"Lo que te cobran en el cine por unas palomitas. ¡Un asalto con nocturnidad y alevosía!".
"Pedí un té con leche y me sirvieron antes la leche ¡Imperdonable!".
"Recuerdo que durante los Juegos Olímpicos, la gente te sonreía y te hablaba en el metro. Aún tengo pesadillas".
"Alguien me abrió la puerta cuando aún me quedaban tres metros para llegar, y tuve que correr y encima darle las gracias".
"Fui a comer a mi pub local y me dijeron que se les había acabado el porridge y el cordero hervido. Di inmediatamente aviso a la policía".
Moraleja: si vienen a Londres estas Navidades tráiganse el paraguas y ándense con cuatro ojos, pero no duden en sonreír a los extraños, sobre todo ahora que esdelito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario