José Ignacio Goirigolzarri quiere que la normalización de la actividad operativa en Bankia, una vez resuelta la reestructuración de las oficinas y el cierre del caso de las preferentes, también se traslade a la plantilla. El presidente de la entidad nacionalizada ya ha aprobado la recuperación de las aportaciones a los 14.500 empleados que han quedado en el grupo tras el ERE y pedirá al Banco de España el permiso para abonar una retribución variable a su cúpula directiva.