Gaspar Llamazares divide a Izquierda Unida en Andalucía con mentiras e intrigas,para que Valderas apoye a Susana Diaz

• • CHEMA RODRÍGUEZ

El coordinador de IU, Antonio Maíllo y, detrás,Teresa Rodríguez en el Parlamento. EFE

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La confluencia con el partido de Teresa Rodríguez ahonda las diferencias entre oficialistas y críticos

Maíllo acusa de «subordinación» al PSOE a Valderas y sus partidarios, que preparan ya una candidatura alternativa

Izquierda Unida en Andalucía no está rota, pero empiezan a aparecer grietas en la organización. La gestión de Antonio Maíllo como coordinador regional y, muy especialmente, su acercamiento indisimulado a Podemos y a su líder, Teresa Rodríguez -a la que se refiere como su «pareja de hecho» en política- han actuado como caldo de cultivo del descontento de un sector que cuestiona abiertamente al líder regional y que exige un cambio de rumbo.
A medida que se acerca la XXI Asamblea de IULV-CA (Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía) son más visibles las diferencias entre las dos facciones enfrentadas dentro de la coalición. La que encabeza el coordinador regional, Antonio Maíllo, y la que se articula en torno a destacados ex cargos como Diego Valderas -antecesor de Maíllo y ex vicepresidente de la Junta-, José Luis Pérez Tapias o Juan Félix Camacho.
El sector crítico logró el pasado julio reunir los avales necesarios para que sus propuestas -recogidas en el documento titulado 'Una IULV-CA fuerta y autonóma para cambiar Andalucía'- sean debatidas en la asamblea, para que los dos modelos se confronten. Y el siguiente paso, según señaló a este periódico Pérez Tapias, uno de los firmantes, es la presentación de una candidatura alternativa que le dispute el poder a Maíllo -si decide presentarse- o al que lo haga en su lugar. De lo que no hay duda, señaló Pérez Tapias, es de que van a intentar plantar batalla por la dirección de IU Andalucía.
Quién será el candidato crítico a coordinador aún no está decidido -o eso dicen-, aunque los plazos corren en contra puesto que la candidatura deberá estar presentada antes del 4 de septiembre.
«El calendario no es ingenuo», destacó Pérez Tapias, que se refirió además al escaso margen que la dirección dejó en julio para presentar los avales. Las normas se aprobaron el 14 de julio y el 24, en sólo diez días, había que entregar los avales y el documento con las principales propuestas.
«Es un proceso plagado de dificultades», criticó Pérez Tapias, que reclama un debate «fuerte pero sereno» que enfrente las dos visiones de IU.
Aunque no es lo único que les separa, el proceso de confluencia con Podemos deja ver muy claramente el grado de división dentro de IULV-CA.

El riesgo del modelo federal

Maíllo está empeñado en culminarlo siguiendo el modelo federal de Alberto Garzón, pero los críticos ven un riesgo grave de que IU acabe siendo invisible. No es que, dice Pérez Tapias, se opongan radicalmente a una convergencia con el partido morado, sino que ponen condiciones y consideran que hay que debatir sobre el «cómo, cuándo, con quién y por qué» de un proceso de estas características. «Las bases tienen mucho que decir», enfatiza.
Sobre todo porque cualquier confluencia, explica, debe preservar la identidad y la autonomía de Izquierda Unida.
Que las posiciones están enfrentadas y que la tensión interna va en aumento lo dejó claro el propio Maíllo, que ha cargado con dureza contra sus críticos acusándoles de «subordinación al PSOE».
En una entrevista con Europa Press, el coordinador regional ha criticado el «pesimismo antropológico» de los impulsores del documento alternativo, cuya estrategia, señala, colocaría a la coalición «en una posición de subordinación o de alianza con el PSOE-A».
Pérez Tapias salió al paso de estas palabras «negando la mayor» y lamentando el «planteamiento interesado» de Maíllo.
En lo poco que coinciden unos y otros, señaló, es en que la asamblea de octubre será una oportunidad para abrir un debate «clarificador». Hasta entonces, la tensión promete ir a más.