'Cuando fuimos los mejores'... mofándonos de Andalucía
Los andaluzfóbicos que terminaron hundidos: Nebrera, Mato, Aguirre, Duran, Monago...
Los andaluzfóbicos que terminaron hundidos: Nebrera, Mato, Aguirre, Duran, Monago...
El cónsul de España en Washington (EE UU), Enrique Sardà Valls, cesado fulminantemente tras burlarse del acento andaluz y de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, en su perfil de la red social Facebook, es otro miembro más del "batallón antiandaluz" al que sus palabras le han salido caras. Tras obtener sus nefastos minutos de gloria mofándose de los andaluces, Sardá al igual que otros que hicieron lo mismo, pasará a la reserva política o en este caso, a la diplomática. Quienes ofendieron a Andalucía, ahora en el ostracismo o en la cárcel
Y es que si vemos y repasamos la lista de políticos con prejuicios contra Andalucía además de ser larga, cosas de la vida, han terminado -en algún caso de forma traumática- con su carrera política. Actualmente algunos de los más conspicuos miembros del "batallón" antiandaluz" se encuentran sin escaño, sin cargos, sin poltronas, en el más triste ostracismo o incluso en la cárcel. Puede que sea simple casualidad pero pareciera como si ofender al pueblo andaluz, más tarde o más temprano, no saliese gratis. "La venganza se sirve en plato frío" y el sino de quienes vomitaron su odio a esta tierra o a sus gentes es ese, al final del tiempo, se le pasa factura.
Artur Mas de la púrpura del poder al banquillo de los acusados
Repasemos algunos de estos casos. Hace ocho años, Artur Mas a la sazón presidente de la Generalitat de Cataluña, pronunció aquella vejatoria frase “En Sevilla, Málaga o La Coruña hablan el castellano, efectivamente, pero a veces a algunos no se les entiende. A veces no se les acaba de entender del todo”. No hace falta destacar el destino actual de quien se pensó que iba a ser el presidente de una futura República independiente de Cataluña. Dimitió, dejó en su lugar a Puigdemont y hasta ha tenido que sentarse en el banquillo de los acusados. Políticamente está amortizado para el futuro.
Nebrera de la gran esperanza del PPC a su desaparición política
Corría el año 2006, la diputada catalana del PP Montserrat Nebrera parecía la esperanza blanca del PP catalán. Era el gran fichaje de Josep Piqué y se le auguraba un gran futuro en la política catalana e incluso nacional. Llegó a ser diputada autonómica en el Parlamento de Cataluña por el Partido Popular de Cataluña concurriendo como número dos en la lista por Barcelona del PPC. Su carrera acabó con la renuncia al cargo en octubre de 2009. Todo ello tras verse inmersa en una tremenda polémica, en enero de 2009, por calificar de “chiste” el acento andaluz de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez. Intentó volver a la primera fila del escenario político y presentó su candidatura a las elecciones al Parlamento de Cataluña de 2010 encabezando las listas de Alternativa de Govern por Barcelona. Fracasó, no consiguió representación parlamentaria.
Ana Mato lleva en su ADN el odio a los niños andaluces
Tal vez la que con más inquina atacó al pueblo andaluz fue la ex ministra Ana Mato. Fue quien más veces y con más "mala uva" tiró de los manoseados tópicos contra Andalucía. En 2011 llegó a decir en campaña electoral que los niños en Andalucía eras "prácticamente analfabetos” dudando incluso de su capacidad intelectual frente a los escolares de otras comunidades. Una crueldad de la ex ministra además de una sarta de falsedades. Tuvo que disculparse y pedir perdón reiteradamente. Pero tres años después demostró que no cometió un error de incontinencia verbal sino que su odio a lo andaluz lo tenía interiorizado y en su ADN porque volvió a mofarse de los mismos niños andaluces mintiendo al afirmar que “están en el suelo en las escuelas”.
Hoy, la representante del lado más pijo del PP también está alejada de los focos del poder tras tener que dimitir al considerarla el juez "partícipe a título lucrativo" por haber disfrutado supuestamente de viajes y regalos de miembros de la trama a su entonces marido Jesús Sepúlveda, alcalde que fue de Pozuelo de Alarcón. La ministra que llamaba torpes a los niños andaluces demostró no ser muy lista, ni espabilada, al declarar al juez que jamás le llamó la atención que en su garaje hubiese coches de alta gama como un Jaguar, entre otros, o que nunca preguntó a su marido cuánto cobraba.
El "apestado" Duran i Lleida
Josep Antoni Duran, también se apuntó en varias ocasiones al agravio comparativo con Andalucía. En 2010 dijo la ignominia de que mientras los agricultores catalanes no pueden recoger la fruta por los bajos precios "en otros sitios de España, con nuestra contribución, reciben un PER para que pasen el resto de la jornada en el bar de su pueblo". Dicho eso por la misma persona que posaba para "EL PAÍS" como si fuera el protagonista de 'Desayuno con diamantes' en el hotel de lujo donde vivía en Madrid, significó toda una cínica frivolidad. El final de Duran i Lleida no ha podido ser más catastrófico. Sin cargos, sin partido, sin votos, si suite en el Palace, sin nada, ¡que pena!. El oscense nacionalista solo habita ya en el centro del ostracismo a pesar de sus vanos intentos por volver a ser "algo" en política.
La número 1 de la andaluzfobia, Esperanza Aguirre
Pero en la constelación de lo andaluzfóbico brilla con luz propia la ya nada, políticamente hablando, Esperanza Aguirre. Hizo célebre su triste, desgraciada y ofensiva frase de los “pitas, pitas”, imitación de las gallinas asociándolo a los parados andaluces. Fue una constante en su larga vida política ofender y vejar a todo lo andaluz y a las gentes de esta tierra. La "Cruella de Vil" del PP madrileño se reiteró a posta en sus polémicas declaraciones contra Andalucía. La expresidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional llamó a los andaluces de todo, “indolentes”, “subsidiados”, “barrigas agradecidas”... Imputó a la Junta de Andalucía la concesión de becas para ni-nis y desarrolló el argumento construido por la derecha de que los andaluces son un pueblo subsidiado dedicado a la fiesta, al ocio y como no, también a las corridas de toros. Creía que le era rentable y contó además con la inestimable ayuda del PP andaluz que no solo la censuraba sino que le reía las gracias. Una situación que de otra forma se repite ya que cada vez que el Gobierno central adopta medidas que perjudican a esta tierra, obtiene el silencio cuando no la complicidad de las huestes de Moreno Bonilla. El destino no le ha sido grato. Aguirre, acosada política y tal vez judicialmente, por los numerosos casos de corrupción política acaecidos durante su mandato en Madrid, dimitió de todos sus cargos a finales de abril de este año. Aislada en su casa y sin presencia pública es ya una sombra de lo que fue. Una estrella caída y apagada para siempre a la que, en frase acuñada por Pío Cabanillas, "ya no le suena el teléfono" como símil que el poder se alejó de ella.
Ignacio Gonzalez y el "Andalucía nos roba"
Y como no podía ser menos, su hijo político, Ignacio González, ex presidente de la Comunidad madrileña al suceder a su mentora y hoy inquilino del "Club de Vips" prisión de Soto del Real, también soltó de las suyas contra esta tierra. Durante todo su efímero mandato mantuvo en reiteradas ocasiones que Madrid pagaba a Andalucía, que Andalucía era una privilegiada por el Estado. Una adaptación madrileña para vender el que "Andalucía nos roba". Ahora tendrá tiempo para leer sosegadamente las balanzas fiscales, el reparto de los PGE y el número de habitantes de la Comunidad autónoma andaluza.
Monago y su vídeo antiandaluz
También en caída libre anda otro personaje de odios africanos a esta tierra: El expresidente extremeño José Antonio Monago. El que pensaba que iba ser presidente ad eternum practicó también la agresión a Andalucía como elemento electoral. Además de alguna declaración fuera de tono, Monago pasará a la historia de la infamia por ordenar la grabación y difusión de un vídeo de campaña mostrando los tópicos más repugnantes y dejando a Andalucía por los suelos. De nada le sirvió ese infame recurso audiovisual. Cuando las urnas se abrieron tras esa campaña, en mayo de 2015, Monago se encontró con la victoria del PSOE extremeño con 30 escaños frente a los 28 escaños del PP. Además no podía acudir a su muleta anterior: IU desapareció de la Asamblea extremeña y no pudo ofrecerle ningún escaño para que el PP de Monago gobernara como en la legislatura anterior. El expresidente, en ese fatal destino que parece perseguir a quienes odian a Andalucía, se fue a la oposición y parece que su carrera será difícil de levantar. Qué frivolidad que quisiera dar clases a Andalucía quien viajó a Santa Cruz de Tenerife 32 veces sin justificar a costa del Senado, entre otras cosas, a ver una amiga.
Solo se salva de este tipo de justicia futura el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando. Bronca política generó su frase de que había que "sacar a Andalucía del pelotón de los torpes" en la que la ha metido el PSOE. Tras la polémica generada parece que Hernando se calmó entre otras razones porque le debe su escaño a Almería. Visto el desenlace final que acompañó a sus compañeros mencionados, mejor que deje a Andalucía en paz. "Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar", dice el sabio refranero.
"Cuando fuimos los mejores"
Hoy el club de los que fueron mucho y ya no son nada, lamentarán algunos de los errores cometidos. Alguno, desde luego, fue el intentar reírse de los andaluces. Solo lo intentaron pues no se ríe quien quiere sino quien puede. Intentaron sacar rédito político humillando a esta tierra. Tal vez, hoy, ese grupo entone aquella canción de Loquillo: “Cuando fuimos los mejores dejamos de ser nosotros, lo peor que llevas dentro se refugia en tu mirada. Cuando fuimos los mejores el dinero se gastaba, se podía comprar todo incluso vuestras almas…”
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