Quién votó por Vox en Andalucía
Analizamos el perfil de sus votantes con los datos de la encuesta postelectoral de 40 D
Las elecciones andaluzas dejaron una pregunta en el aire: ¿quiénes eran los votantes que, casi por sorpresa, habían apostado por una fuerza emergente y de extrema derecha? Todavía es pronto para responder de forma definitiva esa pregunta, pero los datos empiezan a llegar. A continuación mostramos cómo son los votantes de Vox en cuanto a edad, sexo, empleo, nivel de estudios y condición socioeconómica. El resultado es un perfil transversal: los simpatizantes de Vox en Andalucía son un poco más urbanos, tienen más estudios que la media y son algo mayores, pero en general se distribuyen entre todos los electorados.
Una sorpresa del sondeo de 40 dB. es que la mitad de los entrevistados que afirman haber votado por Vox son mujeres. Se trata solo de un sondeo y en la muestra pueden haber entrado más mujeres por azar, pero el voto de Vox podría no ser tan masculino como apuntaban las encuestas preelectorales. Los datos del CIS decían hace un mes que el 59% de los votantes de Vox eran hombres, pero por entonces el partido estaba despegando. La mayor presencia de mujeres explicaría por qué “derogar la Ley de Violencia de Género” no es una de las principales razones para quienes eligieron a Vox: lo es para un 18% de sus votantes hombres, pero solo para 4% de las mujeres.
El sondeo también apunta a una relativa debilidad de Vox entre los jóvenes. Entre los menores de 25 años solo logra un 2% de voto directo, mientras que entre la población general supera el 6%. El grupo donde Vox consigue más partidarios serían los mayores de 64 años. Eso contradice lo que observó el CIS en octubre, pero quizás Vox penetró en el electorado de más edad durante la campaña.
En cuanto a la cuestión laboral, lo que encuentra 40dB. es que Vox tuvo más éxito entre trabajadores y jubilados, que suponen el 82% de sus votantes pero solo un 68% de entrevistados. La formación tuvo, en cambio, menos apoyo de parados, estudiantes y trabajadores del hogar.
Vox también tendría menos fuerza entre las personas con menos nivel socioeconómico, sin estudios o que viven en los pueblos más pequeños de Andalucía. Las diferencias, no obstante, son pequeñas. Entre las clases medias y altas tiene un porcentaje de votos homogéneo y solo flojea entre las más bajas: a ese grupo pertenece el 10% de los entrevistados, pero solo el 2% de los votantes de Vox. Si en general el partido supera el 6% en intención directa de voto, entre las clases más bajas sus apoyos caen al 1%.
El perfil de estudios es también bastante plano. Vox tiene menos votantes entre las personas que solo tienen estudios de primaria o inferiores, y está ligeramente sobrerrepresentado entre los que tienen estudios superiores. Pero estas diferencias no son necesariamente significativas.
En los pueblos más pequeños de Andalucía es donde Vox ha conseguido menos apoyo, quizás porque sus propuestas son menos atractivas o simplemente porque es menos conocido. La población de municipios de menos de 10.000 habitantes representa un 20% del censo en Andalucía, pero solo han aportado un 10% de los votos del partido derechista.
Este perfil transversal del votante de Vox sugiere que su elemento vertebrador no es tanto sociológico como de ideas. Lo que aglutina a sus partidarios son sus motivos. ¿Por qué eligieron votarlo? Ante esa pregunta, tres de cada cuatro votantes de Vox citan al menos un argumento nativista: una cuarta parte quiere “frenar a los independentistas”, un tercio busca “defender la unidad de España” y casi la mitad confiesa que se decidió por “su discurso sobre la inmigración”.
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