lunes, 9 de octubre de 2017

SUSANA VUELVE A CONSPIRAR

A Sánchez le hacen la cama en la suite real

Las cosas en el PSOE han cambiado mucho. Los que querían ‘matar’ al secretario general y se sorprendieron mucho con su resurrección ahora se dedican a hacerle la cama, lo que sería un avance si no terminan por dejarle una cabeza de caballo en el embozo. Al frente del servicio de habitaciones está, como se habrá adivinado, Susana Díaz, consciente de que con la costura no se podía ganar la vida. Y tras ella, los de siempre, ese grupo homogéneo de diletantes que cada cierto tiempo abandonan el parque jurásico para demostrar que siguen pisando fuerte, lo suficiente como para complicar a la hierba experimentar de nuevo el crecimiento.
La plantilla del Hotel Sultana tiene como denominador común una enorme facilidad para saber al unísono y en cada momento qué se debe hacer. Siendo gente tan principal, llama la atención esa unidad de pensamiento, aunque lo que más sorprende es que siempre sea en abierta contradicción con la línea oficial de su partido. Basta que Pedro Sánchez diga que es de día para que se decrete la noche cerrada, ya sea directamente o con cierto disimulo. Será de día, como dice el guapo, pero enciende la luz.
En el caso de Catalunya anda el PSOE guardando el equilibrio, intentando defender una vía propia que va del respaldo crítico a las medidas del Gobierno ante una eventual declaración unilateral de independencia a la defensa del diálogo y del pacto como salida de emergencia al cegado callejón en el que nos encontramos. Pues bien, será difícil encontrar una rueda con tantos palos atravesados.
Si se ordena votar en contra a la moción de Ciudadanos de apoyo al Gobierno porque se obvia la búsqueda de una solución pactada y legal, tres diputados rompen la disciplina del grupo; si se pide a Susana Díaz hacer lo mismo en Andalucía, los sultanitos hacen como que oyen llover; si se reprueba la violencia policial y con ella a la vicepresidenta del Gobierno, se vocea que lo único reprobable es la actitud del Govern; si se sugiere que al Rey le faltó mano izquierda en su mensaje, una veintena de momias abandonan sus sarcófagos para escribir una carta en la que afirman que el diálogo bajo chantaje nunca ha servido de nada, “a menos que lo único que se quiera sea salvar el pellejo y, a la vez, perder la propia dignidad”. Y si se pretende mantener en pie algún puente se acarrea dinamita pidiendo aplicar ya el artículo 155 y meter en la cárcel a los “golpistas”, con los que no hay nada de qué negociar salvo su rendición incondicional.
Para explicar esta gran movilización cretácica de los últimos días se alude en el PSOE a un inconfirmable contacto telefónico entre la reina del sur y el rey de los cuatro puntos cardinales, en la que la excosturera habría puestos sus mercenarios al servicio de la Corona por si resultaban de utilidad. No dejaría de ser otra manera de hacer la cama, esta vez en la suite real.

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