Felipe González: “No apoyo a Susana Díaz para no fastidiarla”
El expresidente del Gobierno evita dar el espaldarazo definitivo a la candidatura de la andaluza a liderar el PSOE y le afea que aplace "el congreso del partido 'ad calendas graecas', "hasta ver si la breva cae cuando esté madura...
DANIEL CELA
SEVILLA.- El expresidente del Gobierno Felipe González y la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, han coincidido este jueves en un almuerzo-coloquio organizado por un grupo de comunicación en Sevilla, que tiene lugar en un momento trascendental para las aspiraciones de Díaz a dirigir el PSOE federal
El acto, organizado por el Grupo Joly con un control de los asistentes muy riguroso, sirve de plataforma para la presidenta andaluza de cara a unas primarias en el PSOE que aún no se han convocado formalmente, pero que en realidad ya han empezado en la trastienda del partido.
El acto, organizado por el Grupo Joly con un control de los asistentes muy riguroso, sirve de plataforma para la presidenta andaluza de cara a unas primarias en el PSOE que aún no se han convocado formalmente, pero que en realidad ya han empezado en la trastienda del partido.
González ha acudido rodeado de la plana mayor del Gobierno andaluz, con Susana Díaz al frente, y la cúpula del PSOE andaluz, incluido los expresidentes andaluces, Manuel Chaves y José Antonio Griñán, que han reaparecido y han recibido el abrazo caluroso de sus compañeros después de años exiliados por el fraude de los ERE, en el que están imputados. Un escenario que muchos han interpretado como la plataforma idónea para que el histórico líder socialista diese el espaldarazo definitivo a la candidatura de Susana Díaz como futura secretaria general del PSOE. Aunque el exlíder socialista ha tratado de forma esquiva este asunto:
-¿Apoyaría usted a Susana Díaz en las primarias para liderar su partido?
-No. (Pausa, silencio en la sala abarrotada, expectación. Todos contienen la respiración)
-¿Por qué no?
-Porque la fastidiaría.
Durante el coloquio organizado por el Grupo Joly, Felipe González ha aclarado a la multitud entregada que rodeaba a una Susana Díaz en primera fila, con rostro serio, que “sería una desgracia para ella y para mí que yo me pronunciara” sobre sus preferencias en las futuras primarias del PSOE. “Hasta ahora ningún candidato que ya haya apoyado ha ganado. Fíjese si estorbo”, ha dicho.
Tres veces le ha preguntado el periodista que ha moderado el coloquio sobre Díaz como futura lideresa del partido, y tres veces ha sido esquivo González: “Que tiene fuerza y coraje, sin duda. Pero, ¿cuántos más hay así en el PSOE? No lo sé”.
-¿Apoyaría usted a Susana Díaz en las primarias para liderar su partido?
-No. (Pausa, silencio en la sala abarrotada, expectación. Todos contienen la respiración)
-¿Por qué no?
-Porque la fastidiaría.
Durante el coloquio organizado por el Grupo Joly, Felipe González ha aclarado a la multitud entregada que rodeaba a una Susana Díaz en primera fila, con rostro serio, que “sería una desgracia para ella y para mí que yo me pronunciara” sobre sus preferencias en las futuras primarias del PSOE. “Hasta ahora ningún candidato que ya haya apoyado ha ganado. Fíjese si estorbo”, ha dicho.
Tres veces le ha preguntado el periodista que ha moderado el coloquio sobre Díaz como futura lideresa del partido, y tres veces ha sido esquivo González: “Que tiene fuerza y coraje, sin duda. Pero, ¿cuántos más hay así en el PSOE? No lo sé”.
El expresidente del Gobierno Felipe González durante su intervención en el foro Joly en Sevilla. EFE/Jose Manuel Vidal
A pesar de todo, el acto en sí mismo se ha entendido como un gesto de alineamiento del expresidente con la andaluza, algo que también ha querido desmentir al inicio de su discurso, sin que nadie le preguntara aún. “Da la impresión de que estoy aquí y de que hice esas declaraciones para apoyar a Susana. Se descontextualiza todo y es peligroso manipular”, ha advertido.
Al ser preguntado sobre cómo se resuelve la crisis de su partido, González ha sido rotundo: “Convocando un congreso federal, ni inmediatamente ni que se retrase mucho. Ni debe ser tan inmediato como piden algunos para que se produzca un congreso en descomposición, ni tampoco ad calendas graecas, como pretenden algunas (léase algunas) para ver si la breva cae cuando esté madura”, advirtió, dejando al público atónito. El expresidente no dio un plazo fijo para el congreso, aseguró que “primero hay que articular un debate político para aclarar las prioridades”, pero sí dijo que “se puede hacer en tres, cuatro, cinco meses”. “Los que están al mando, que se pongan las pilas”, dijo.
Si Susana Díaz esperaba que Felipe González diera a entender que la única opción para volver a fortalecer el PSOE es ella, lo ocurrido este jueves en Sevilla, en un aforo repleto de personalidades y miembros de su partido, demuestra que el expresidente del Gobierno y referente del partido no lo ve nada claro. También ha sido duro con Pedro Sánchez, de quien ha negado que haya sido el mayor mal del partido desde el advenimiento de la democracia (se lo han preguntado tal cual). “No, por dios. Hemos tenido de todo”, para luego rematarle: “Lo que yo creo es que Pedro Sánchez, sin cultura de partido, ha intentado hacer lo mejor que sabía. Pero probablemente no sabía”. El expresidente también se ha referido a la famosa entrevista del exlíder socialista en Salvados, en el que le acusó de formar parte de una conspiración en el poder para derrocarle: “No vi la entrevista. Si dijo eso, al menos en ese momento desvariaba”.
Al ser preguntado sobre cómo se resuelve la crisis de su partido, González ha sido rotundo: “Convocando un congreso federal, ni inmediatamente ni que se retrase mucho. Ni debe ser tan inmediato como piden algunos para que se produzca un congreso en descomposición, ni tampoco ad calendas graecas, como pretenden algunas (léase algunas) para ver si la breva cae cuando esté madura”, advirtió, dejando al público atónito. El expresidente no dio un plazo fijo para el congreso, aseguró que “primero hay que articular un debate político para aclarar las prioridades”, pero sí dijo que “se puede hacer en tres, cuatro, cinco meses”. “Los que están al mando, que se pongan las pilas”, dijo.
Si Susana Díaz esperaba que Felipe González diera a entender que la única opción para volver a fortalecer el PSOE es ella, lo ocurrido este jueves en Sevilla, en un aforo repleto de personalidades y miembros de su partido, demuestra que el expresidente del Gobierno y referente del partido no lo ve nada claro. También ha sido duro con Pedro Sánchez, de quien ha negado que haya sido el mayor mal del partido desde el advenimiento de la democracia (se lo han preguntado tal cual). “No, por dios. Hemos tenido de todo”, para luego rematarle: “Lo que yo creo es que Pedro Sánchez, sin cultura de partido, ha intentado hacer lo mejor que sabía. Pero probablemente no sabía”. El expresidente también se ha referido a la famosa entrevista del exlíder socialista en Salvados, en el que le acusó de formar parte de una conspiración en el poder para derrocarle: “No vi la entrevista. Si dijo eso, al menos en ese momento desvariaba”.
“Da la impresión de que estoy aquí y de que hice esas declaraciones para apoyar a Susana. Se descontextualiza todo y es peligroso manipular", advirtió el expresidente
Sobre si el PSOE debe facilitar, de nuevo con su abstención, los próximos Presupuestos Generales de Mariano Rajoy, González recurrió a la fórmula clásica: “de entrada, no”. “Sin conocer el presupuesto, sé que no será aceptable”, ha dicho. “Esta tontería de que abstenerse en la investidura obliga a abstenerse para el resto de tu vida frente a cualquier tontería que diga Rajoy, no es verdad. Yo he defendido la abstención a cambio de nada, fíjese el precio más alto de ser libre a la hora de no impedir que se forme gobierno”.
Pero luego ha sido pretendidamente ambiguo, dando a entender que Rajoy debe plantear condiciones que convenzan al PSOE para facilitar las cuentas de 2017. ¿Por qué voy a decir que no voy a apoyar lo que no conozco?. En esos presupuestos hay muchas variables, por ejemplo cómo se financiarán las autonomías. En recorte de gastos, ¿se recortará en sanidad o en las diputaciones provinciales”, asegura, para remachar: “No voy a decirle a Rajoy, sí bwana. Lo que le diría es que por una vez cumpla su programa, que no haya recortes en gasto social, que haya incluso algún aumento, y que apruebe un nuevo sistema de financiación autonómica que defina las competencias de ayuntamiento, comunidades y Estado”.
Por último, a González le han preguntado si define a Podemos como un partido populista, después de una hora de discurso en el que el expresidente ha sido muy crítico con el populismo de Donald Trump. “No diré que Podemos es populista. El alimento que les daría si dijese eso”, aunque minutos antes había sentenciado: “Hay que combatir esa demagogia barata de progresistas de plastilina”, en referencia al partido morado. Cuando le preguntaron si se sentía especialmente atacado cada vez que intervenía en la vida pública, Felipe González lanzó una frase rotunda que arrancó el único aplauso unánime del público: “Soy el último referente que queda de la Transición, y lo razonable es demoler al último referente. Porque a los liquidacionistas España no les importa, pero a mí me importa España y no renunciaré a eso”.
Pero luego ha sido pretendidamente ambiguo, dando a entender que Rajoy debe plantear condiciones que convenzan al PSOE para facilitar las cuentas de 2017. ¿Por qué voy a decir que no voy a apoyar lo que no conozco?. En esos presupuestos hay muchas variables, por ejemplo cómo se financiarán las autonomías. En recorte de gastos, ¿se recortará en sanidad o en las diputaciones provinciales”, asegura, para remachar: “No voy a decirle a Rajoy, sí bwana. Lo que le diría es que por una vez cumpla su programa, que no haya recortes en gasto social, que haya incluso algún aumento, y que apruebe un nuevo sistema de financiación autonómica que defina las competencias de ayuntamiento, comunidades y Estado”.
Por último, a González le han preguntado si define a Podemos como un partido populista, después de una hora de discurso en el que el expresidente ha sido muy crítico con el populismo de Donald Trump. “No diré que Podemos es populista. El alimento que les daría si dijese eso”, aunque minutos antes había sentenciado: “Hay que combatir esa demagogia barata de progresistas de plastilina”, en referencia al partido morado. Cuando le preguntaron si se sentía especialmente atacado cada vez que intervenía en la vida pública, Felipe González lanzó una frase rotunda que arrancó el único aplauso unánime del público: “Soy el último referente que queda de la Transición, y lo razonable es demoler al último referente. Porque a los liquidacionistas España no les importa, pero a mí me importa España y no renunciaré a eso”.
Los expresidentes de la Junta de Andalucía José Antonio Griñán y José Rodríguez de la Borbolla, momentos antes de la intervención del expresidente del Gobierno Felipe González durante el foro Joly en Sevilla. EFE/José Manuel Vidal
El almuerzo-coloquio en Sevilla ha precedido de la publicación ayer de una entrevista de González con una revista política francesa, cuyo titular más destacado fue un duro golpe a Pedro Sánchez: “No creo que pueda estar más de media hora hablando de España”. El expresidente, visiblemente enojado, inició su discurso desmintiendo dos cosas: uno, que esas fueran sus palabras exactas sobre Sánchez; y dos, que su coincidencia allí con Susana Díaz fuera un apoyo explícito a la sevillana para liderar el partido.
“Da la impresión de que estoy aquí y de que hice esas declaraciones para apoyar a Susana. Se descontextualiza todo y es peligroso manipular. Tengo grabado lo que dije literalmente y tiene casi nada que ver lo que he visto en grandes titulares. Así que no pierdan el tiempo en preguntarme sobre cosas que importan, pero menos que las fundamentales”, advirtió el expresidente, tras comparar el interés mediático del “destino de Fernández Díaz en el Congreso y no sé qué de la crisis del PSOE” con la suspensión de la reválida de la Lomce, que se aprobó en el mismo momento, que “afecta a 500.000 criaturas, sus familias y sus profesores” y que “casi pasó desapercibida”. “Es un disparate”, dijo, para luego reclamar a políticos “y periodistas” que hablen “de los verdaderos problemas de los ciudadanos”.
“Da la impresión de que estoy aquí y de que hice esas declaraciones para apoyar a Susana. Se descontextualiza todo y es peligroso manipular. Tengo grabado lo que dije literalmente y tiene casi nada que ver lo que he visto en grandes titulares. Así que no pierdan el tiempo en preguntarme sobre cosas que importan, pero menos que las fundamentales”, advirtió el expresidente, tras comparar el interés mediático del “destino de Fernández Díaz en el Congreso y no sé qué de la crisis del PSOE” con la suspensión de la reválida de la Lomce, que se aprobó en el mismo momento, que “afecta a 500.000 criaturas, sus familias y sus profesores” y que “casi pasó desapercibida”. “Es un disparate”, dijo, para luego reclamar a políticos “y periodistas” que hablen “de los verdaderos problemas de los ciudadanos”.
“El proyecto de España debe reconocer la diversidad, que no es lo mismo que la pluralidad. Todavía hoy seguimos confundiendo los términos", señaló González
Felipe González hizo un repaso de la actualidad política, nacional e internacional. A ratos comparando la “mala gestión” que el Reino Unido ha hecho del Brexit y su “desconexión” con la UE con la situación catalana, sin mencionarla. El expresidente instó al actual Gobierno de España a regirse por dos principios: la cohesión territorial y el europeismo. “El proyecto de España debe reconocer la diversidad, que no es lo mismo que la pluralidad. Todavía hoy seguimos confundiendo los términos. Todas las democracias son plurales. La diversidad tiene que ver con los sentimientos de pertenencia”, ha subrayado González, en clara alusión al término “plurinacional” con el que Podemos define el país.
Gran parte de la intervención inicial del expresidente ha girado en torno a la figura de Donald Trump, al que ha tildado como “el triunfo de la demagogia y el populismo de derechas. “Sólo hay un populismo más peligroso que el de izquierdas: el de derechas”, ha dicho, mencionando a “Le Pen, a Mauro, a Putin y a los hijos de Putin”. González, que fue miembro del Consejo de Europa durante 20 años, ha advertido del riesgo de que los líderes europeos no reaccionen con más contundencia al ascenso de Trump en Estados Unidos, y les ha afeado su “apaciguamiento, sometimiento y aprovechamiento”. “La misma reacción que tuvo Chamberlain cuando Hitler tomó los Sudetes”, dijo, comparando al presidente electo de Estados Unidos con el dictador nazi. “La respuesta es la que Pepe Griñán dice, la que me ha dicho hace poco: más Europa, más y mejor”, advierte.
González ha denunciado que si el populismo ha triunfado es porque los que están en contra del populismo han fallado a la hora de dar una respuesta a la globalización. “La globalización no va a desaparecer, vamos a seguir siendo interdependientes”, ha dicho. El expresidente del Gobierno ha culminado lanzando sus temores respecto a la fragilidad del sistema de pensiones, la precariedad laboral y la debilidad del Estado de Bienestar. Como propuesta fugaz se ha atrevido a decir: “Me machacarán por decirlo pero hay que ligar salarios a productividad”.
Gran parte de la intervención inicial del expresidente ha girado en torno a la figura de Donald Trump, al que ha tildado como “el triunfo de la demagogia y el populismo de derechas. “Sólo hay un populismo más peligroso que el de izquierdas: el de derechas”, ha dicho, mencionando a “Le Pen, a Mauro, a Putin y a los hijos de Putin”. González, que fue miembro del Consejo de Europa durante 20 años, ha advertido del riesgo de que los líderes europeos no reaccionen con más contundencia al ascenso de Trump en Estados Unidos, y les ha afeado su “apaciguamiento, sometimiento y aprovechamiento”. “La misma reacción que tuvo Chamberlain cuando Hitler tomó los Sudetes”, dijo, comparando al presidente electo de Estados Unidos con el dictador nazi. “La respuesta es la que Pepe Griñán dice, la que me ha dicho hace poco: más Europa, más y mejor”, advierte.
González ha denunciado que si el populismo ha triunfado es porque los que están en contra del populismo han fallado a la hora de dar una respuesta a la globalización. “La globalización no va a desaparecer, vamos a seguir siendo interdependientes”, ha dicho. El expresidente del Gobierno ha culminado lanzando sus temores respecto a la fragilidad del sistema de pensiones, la precariedad laboral y la debilidad del Estado de Bienestar. Como propuesta fugaz se ha atrevido a decir: “Me machacarán por decirlo pero hay que ligar salarios a productividad”.
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