ENTREVISTA A ALBERTO GARZÓNGarzón: "Si el PSOE quiere nuestros apoyos, tiene que rechazar las políticas neoliberales"
El líder de Izquierda Unida entiende que los socialistas se están "equivocando" en la estrategia que están llevando desde el Gobierno. Reclama que intenten negociar con los partidos que le apoyaron en la moción de censura, y no con la derecha.
Alberto Garzón, el líder de Izquierda Unida, ha sido una de las principales voces críticas con el Gobierno durante el debate sobre el techo de gasto. Aunque desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa, ya advirtió que harían una oposición desde la izquierda. Asegura que combatirán las políticas neoliberales y de austeridad continuistas del nuevo Ejecutivo y reclama la necesidad de que el PSOE entienda que debe gobernar negociando con los partidos que le apoyaron en la moción de censura, y no con la derecha.
¿Por qué decidieron abstenerse en la votación del techo de gasto?
Nosotros estamos en contra de la propia idea del techo de gasto. Es parte del 'pack neoliberal' que impuso la Unión Europea con la complicidad del Gobierno del PSOE del año 2010. El artículo 135 de la Constitución, la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, la regla de gasto y techo de gasto son parte del mismo pack. Estamos en contra porque creemos que la economía necesita políticas de estímulo y no políticas que vayan rebajando el gasto público. Lo que se postula es una senda para reducir el gasto público sobre el PIB, aunque sea una senda más lenta de la que existía sin esta modificación.
Pero realmente no hay tanto drama. El PSOE puede hacer una nueva senda de déficit que es lo que le pide la ley, o puede saltarse los propios objetivos de déficit sin ningún problema: las Comunidades Autónomas lo pueden hacer porque el organismo sancionador es el Ministerio de Hacienda. Realmente, el PSOE tiene opciones para entender que su debilidad se corresponde con la necesidad de llegar a acuerdos. Pero no los va a conseguir con PP y con Ciudadanos, los va a conseguir con nosotros, y eso significa ser más ambicioso a la hora de modificar la política económica.Nosotros entendemos que el Gobierno tiene que abordar esto de forma integral. Exigimos una modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, una modificación de la regla de gasto, del artículo 135 y, en consecuencia, de la política económica. Pero el PSOE, de momento, no quiere hacer esto, y por eso diseñó el techo de gasto pensando en que conseguiría el apoyo del Partido Popular. Cuando el PP, por su propia situación y dinámica interna, decidió que iba a votar en contra, el PSOE empezó a buscar aliados donde debería haber buscado desde el principio.
Una de las mayores críticas ha sido que no ha habido ninguna negociación. Después de esto, ¿el Gobierno está cumpliendo con las expectativas que tenía IU sobre su relación con él?
El PSOE, de momento, se está equivocando. Está utilizando la misma estrategia que en la moción de censura, pero esto no vale para el día a día. Nosotros no queríamos sólo echar al PP. Queremos echar las políticas del PP. Abrir una senda distinta a la actual y que luche contra el neoliberalismo en términos económicos. Esto requiere un proyecto de país y unos mínimos parámetros pactados con los que apoyamos la moción de censura. De lo contrario, el PSOE se va a manejar entre una tensión muy difícil: querer manejar una política económica continuista con el PP, pero con un PP que no le va a dar respiro porque tiene una situación de competición por la derecha que le empuja a no querer nada con el PSOE.
Ya advirtieron que van a hacer una oposición desde la izquierda y que un Gobierno progresista no va a combatir la política neoliberal. ¿Qué fórmula tendría que haber para combatir esta política?
Entendemos que tenemos que ser un empuje para las políticas que beneficien a la clase trabajadora en nuestro país, pero sin comprometernos con las políticas de derecha que de momento el PSOE está aplicando. Corremos el riesgo de llegar a un Gobierno que trata de hacer políticas sociales sin mucha dotación presupuestaria, y con marco económico neoliberal. Esto es lo vamos a combatir y por eso hacemos lo que llamamos la oposición de izquierda.
Tenemos un acuerdo entre la UE y el Gobierno por el cual el peso del gasto público sobre el PIB va a ir decreciendo hasta un 38% o 39% dentro de un par de años. Esto, a nuestro juicio, es parte de la política neoliberal y no lo debe comprar un gobierno progresista, ni un gobierno de izquierda ni un gobierno de resistencia. No puede comprometerse con una reducción del peso de lo público en la economía. Al contrario, hay que aprovechar el crecimiento económico para reforzar la sanidad, la educación o las pensiones públicas. Es la forma de beneficiar a la clase trabajadora, y es imposible con una senda que lo que propone es que lo público pierda peso.Hay una alternativa económica que estamos planteando muchos grupos que implica, por ejemplo, la modificación del artículo 135 de la Constitución. Algo que los números, probablemente dificulten. Pero también hay otras opciones como el cambio de la Ley de Estabilidad Presupuestaria, de la regla de gasto también, o unos objetivos de déficit diferentes. No es un problema técnico, es un problema de voluntad política. Si el PSOE quiere seguir teniendo los apoyos de la moción de censura, no puede seguir apoyando políticas neoliberales.
Entonces, ¿propone que el Gobierno se plante ante Bruselas?
Nosotros entendemos que primero tiene que abrir una negociación con el resto de partidos para ver cuales son nuestras posiciones y que, con esto, pueda ir a negociar a Bruselas. Yo creo que la UE lleva mucho tiempo mostrando síntomas de implosión y el comportamiento antidemocrática que lleva, sobre todo con los países del sur, debe ser combatido. Dentro de esa filosofía, caben distintos tipos de pragmatismo. Pero creo que todos pasan por sentarse delante de la UE y decirle claramente que este país no puede seguir tolerando una rebaja del gasto publico sobre el PIB, porque esto cristaliza en cuestiones muy básicas para la gente.
Después del fracaso de la votación de hoy, ¿cree que el Gobierno debe adelantar las elecciones?
Creo que no. Todos los procesos de avance social implican mucha negociación, mucho diálogo, muchas fricciones y muchos obstáculos. Es lo normal. Por ejemplo, en el caso de Portugal, el partido socialista no pudo aprobar los presupuestos a la primera. Son procesos de negociación en los que hay que ir hablando entre un conjunto de organizaciones. Por tanto, lo que tienen que hacer es entender que hay que cambiar de estrategia y que la estrategia no es PP y Cs, que ya han dejado claro que son sus enemigos principales. La estrategia tiene que ser acabar con la política neoliberal y luchar contra la política de austeridad.
Cambiando a otro tema de actualidad: la corrupción en la Casa Real. Parece que el PSOE no apoyará la comisión de investigación.
Es previsible. El PSOE se equivoca aquí y prefiere seguir blindando y protegiendo a la monarquía corrupta en vez de abrir las puertas a la transparencia y a la verdad. Lo cierto es que el director del CNI, como era lógico, no iba a decir la verdad. Ya ocurrió lo mismo hace cinco años.
¿Cree que es el momento de reforzar el discurso republicano y pedir un referéndum sobre monarquía o república? Nosotros creemos que hay una zona oscura en nuestra democracia que se llama monarquía, que no está sometida a las mismas reglas que el resto de la ciudadanía y que esto les permite hacer todo tipo de tretas y procesos de corrupción ante los que son impunes. Creemos que esto debería acabar y que lo que ha ocurrido es un escándalo que afecta a la seguridad nacional, a la hacienda pública y a la imagen y decencia de este país. Por tanto,como si se es republicano o monárquico, se debería querer aclarar lo que sucedido. Pero ni PSOE ni PP tienen ninguna intención de hacerlo.
Es importante entender que nuestro país está cambiando. Que ha cambiado mucho en los últimos 40 años política, social y tecnológicamente. La Constitución del 78 tiene múltiples aspectos por los que está agotada. Y esto hay que pensarlo como una oportunidad para replantear nuestro país. De ahí que haya habido una alianza republicana natural en el apoyo a Sanchez como presidente del Gobierno. Somos partidos muy diferentes, entre conservadores de derecha como pueden ser PNV o PDeCAT, hasta partidos como nosotros que pertenecen a otro espectro ideológico, pero que compartimos una noción de lo que debe ser nuestro país y de la tarea de replantear este modelo de país, tanto territorial como socialmente.
Por otra parte, sí creo que poco a poco se irá instalando un clima en la sociedad favorable a la república, y que gran parte de ese mérito lo va a tener la propia monarquía por sus propias acciones.Esa alianza republicana es lo que ha permitido que Sánchez sea presidente y Sanchez se equivocaría si no lo ve. Se equivocaría si piensa que ha podido ser presidente gracias a estos apoyos y que puede continuar estando en el cargo gracias a PP y CS. Se equivocaría mucho si busca las alianzas por la derecha.
¿Pero cree que es posible un referéndum en esta legislatura?
Mientras el PSOE siga creyendo que proteger a la monarquía es proteger a España, eso va a ser muy difícil. Aunque esta creencia sea falsa: cuando tienes a una monarquía corrupta, defenderla es atacar a España.
En otros aspectos hay más entendimiento con el Gobierno. Hace poco hablaron sobre las Propuestas de Ley de Memoria Histórica, ¿cómo valora esto?
El equipo de memoria histórica del PSOE tiene buenas ideas y buenos proyectos, aunque algunos puntos nos parecen insuficientes. Pero creo que hace falta aprobar un nuevo proyecto de Ley de Memoria Histórica que corrija todas las deficiencias que tuvo la de 2007. Algunas de ellas son bastante notables, como es el hecho de que después de más de 80 años siga habiendo numerosas fosas con miles de personas enterradas de las que todavía no conocemos su identidad y que sus familias siguen buscando. Esto es impropio de un país democrático y debería ser corregido, y creo que estamos en un contexto en el que esto debería ser posible.
¿El nuevo Gobierno llegará a exhumar a Francisco Franco?
Espero que sí. Forma parte de un proceso de recuperación de la Memoria Histórica que hay que completar dadas las insuficiencias de la Ley de 2007. Entre ellas, la que he planteado de las fosas, pero también este tipo de existencia de lugares que hacen apología del fascismo.
Desde Podemos e IU ya estáis trabajando para presentaros en coalición en las elecciones municipales, autonómicas y europeas, ¿cómo valora este acuerdo tras tantos meses de negociaciones?
Es un muy buen acuerdo y corrige muchas de las deficiencias que pudieron tener acuerdos anteriores, como es la visibilidad de las diferentes formas. Es un acuerdo que va a permitir que todo el mundo sepa que es un espacio en el que se suman fuerzas desde posiciones autónomas: Podemos por un lado, IU por otra, Equo por otro, etc. Y es una herramienta útil para sacar buenos resultados en las elecciones municipales y autonómicas. Creo que la gente tiene claro que nuestro proyecto político es un proyecto compartido en el que lo importante es blindar los servicios públicos y frenar la política de austeridad.
¿Cree que llegarán a presentaron en coalición en todas las Comunidades Autónomas?
Hay que esperar. En nuestro acuerdo marco, las federaciones son las que tienen la ultima decisión. Todos los territorios tienen sus singularidades y las realidades son tan diversas que los ritmos son distintos. En algunos lugares, las relaciones y los son muy buenas y aceleradas, y en otros lugares requiere bastante más tiempo y pausa. No estamos en condiciones de decir lo que va a suceder al final, pero sí de decir que la voluntad de IU es que en todas haya confluencia.
En IU, en los últimos meses, ha habido un proceso de cambios estatutarios, ¿qué se busca?
Estamos cumpliendo con lo aprobado en 2016 en la asamblea en la que yo fui elegido como coordinador. Se decidió convertir IU en un movimiento horizontal y alejarnos del concepto de un partido clásico. Hacernos más participativos, y abrir herramientas de participación democrática.
Esto ha implicado una serie de cambios estatutarios y nuevas figuras de filiación. Tenemos una España muy distinta a la que existía hace 30 años cuando fundamos IU, y las formas de participación también han cambiado. Hay mucha gente que vive en la precariedad más absoluta y que no puedan asistir, por ejemplo, a las asambleas de los viernes por la tarde. Sin embargo, tienen el compromisos y las ganas de participar en proyectos como es el de IU. Hay que facilitar canales para que esto sea así. Aunque ha implicado algunas resistencia de carácter conservador que preferían mantener lo que ya estaba y no hacer cambios. Pero, mayoritariamente y de forma abrumadora, se ha apostado por hacer de IU una herramienta mucho ,más democrática, plural y participativa.
Ya que menciona al movimiento social y alejándonos del Congreso. En las calles, el movimiento feminista está día tras día, en uno de sus puntos más fuertes.
El movimiento feminista está consiguiendo ser uno de los motores fundamentales de la transformación en nuestro país. Es un movimiento heterogéneo y plural que ha conseguido instalarse en la agenda política de una forma muy clara, y tener una capacidad de movilización que parece que es la mas grande de las que existe en este momento, como vimos el 8M. Esto es muy positivo, y puede ser una herramienta también para seguir incrementando la percepción de que es el propio sistema el que introduce, consolida y apuntala no solo una perspectiva machista sino también clasista. A mi el feminismo es una herramienta fundamental para la emancipación de las mujeres, pero también la emancipación de las mujeres pobres. Creo que el feminismo debe ir compaginado con una reivindicación de clase. Y creo que todo es perfectamente compatible y trabajar en esa línea.
Y por el nivel de movimiento en las calles, ¿considera que hay menos lucha obrera y que se ha perdido la conciencia de clase?
No lo creo. Hemos vivido procesos en las últimas décadas en la que estructura productiva de nuestro país se ha diversificado y eso ha dificultado, de forma natural, que se tejan relaciones. Pero en nuestra actualidad, tenemos muchas luchas de trabajadores. Las más recientes: la huelga de los trabajadores de Amazon, Coca cola en lucha, los bomberos en Málaga, o la huelga de CGT en Renfe. Es decir, seguimos teniendo muchos episodios de lucha laboral y de reivindicaciones clásicas relacionadas con el capital y el trabajo.
¿Como prevé la vuelta del verano?Esto es positivo, y lo que tenemos que ser capaces es de articular todo este tipo de luchas y de darnos cuenta de que, lo que estamos ahora disputando es las construcción de un nuevo orden social. Las políticas de la UE fundamentalmente se basan en retirar el peso de lo publico y precarizar las relaciones laborales y eso afecta especialmente a los mas pobres, a la gente que está más desprotegida. Las reformas laborales, por ejemplo, incidían en esto y creo que es el momento de hacer una reflexión de la necesidad de articular todo este tipo de luchas que comparten los adversarios entre ellos: las reformas laborales, financieras, o lo que hemos llamado los planes de reforma del PP y que ya no son del PP, sino que parece que el gobierno del PSOE tambien los continua.
Muy intensa, porque vamos ya a un espacio prácticamente electoral. Probablemente, habrá elecciones anticipadas en Andalucía. Y después vendrán las municipales, autonómicas y europeas. Vamos a entrar en un escenario de campaña electoral y esto siempre complica más las cosas. Sobre todo porque estamos en un escenario político en el que hay muchos partidos y nos tenemos que acostumbrar a entender que se ha superado el bipartidismo. Es el mensaje principal que intentamos transmitir al PSOE: no va a haber más mayorías absolutas en este país y las izquierdas tenemos que entendernos entre nosotras. Pero entendernos en condiciones de igualdad, no de subalternidad. Tenemos que negociar, pero de igual a igual. Y sólo a partir de este momento podremos sacar cosas adelante.
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