FALTA DE HIGIENE, DESNUTRICIÓN, SIN PERSONAL...
Así 'funciona' la residencia de ancianos de los horrores de la Junta
Los testimonios: "Nadie le daba de beber, perdió la dentadura, le robaron la gafas, no le sacaban a pasear…". "Si no viniera a verla todos los días, mi mujer ya estaría muerta"
María (no es su nombre real: sus familiares no quieren que se la pueda identificar por temor a represalias) padece Alzhéimer desde hace más de una década. Tiene 70 años y comparte habitación en una planta superior de la residencia de ancianos de El Palo (Málaga). María está en la cama, con sábanas con la letra y el logotipo de la Junta de Andalucía. María no dice nada. No distingue nada. Algunas veces dice "tonto". Y lo mismo llora y ríe a la vez.
Su cara es de sufrimiento. Su marido lo tiene claro: "Si yo no viniera aquí todos los días ya estaría muerta". Padece artrosis y osteoporosis, pero ninguna enfermedad grave. "Aquí han hecho perrerías con ella. Eso es de juzgado", dice el marido de María mirando a ella, que abre y cierra los ojos. "Yo no quiero venganza. Lo único que quiero es que cambian las cosas, que la Junta se ponga las pilas"
problema
Este centro de mayores, con 99 residentes y una plantilla formada por 135 trabajadores, se ha convertido en un amplio catálogo de horrores: no hay médicos ni por la tarde ni los fines de semana (desde finales de abril tampoco tiene uno propio el centro); los ancianos sufren desnutrición, no les limpian de modo adecuado ni regular. Hay robos dentro de las habitaciones. No se utilizan dos plantas…
El hijo de María no puede más. "Queremos que esto cambie, por mi madre y por de todas las personas que están sufriendo”. "A mi madre le lavan la cabeza solo una vez por semana y luego no le secan el pelo. El problema es que no sabemos cuáles son las auxiliares de enfermería que no la tratan bien. Cuando hablas con las enfermeras tienes miedo a que te vayan a decir algo".
Están a punto de entrar en la habitación. El hijo de María habla muy bajo, casi susurrando por temor a que venga la enfermera. "Deberían llegar en cualquier momento", avisa. "Todos fuera de aquí", dicen cuando aparecen. Cierran la puerta. La familia se va al pasillo. Calla. Cuando salen de la habitación las dos auxiliares ni se despiden ni dicen cómo se encuentra María.
No es el único testimonio. El padre de Carmen Atencia era residente en el centro de mayores. Ya ha fallecido. "Cuando mi padre entró allí era autosuficiente, pero no le bajaban al fisioterapeuta. Tampoco le sacaban a pasear. Nadie le daba de beber. Perdió la dentadura. Su compañero de habitación le robó las gafas y el reloj. La noche que murió solo había un auxiliar de enfermería en toda la planta".
En una denuncia presentada por Atencia el pasado 29 de agosto relataba lo "vergonzoso" que resultaba la falta de personal de auxiliares de enfermería y ATS en la residencia. "No dan abasto con la consiguiente escasa atención a los pacientes porque ya no se pueden multiplicar y que no me diga la Junta que la ratio pacientes/personas es la óptima. Eso es falso". Según un familiar, el director del centro argumenta que la falta de personal se debe a que los funcionarios tienen "muchas vacaciones y horas libres".
La Consejería de Salud no contestó hasta casi dos meses después (el 10 de octubre de 2017) a la hija del residente. Admitió el "elevadísimo nivel de absentismo" del centro, "muy por encima de la media del resto de los centros de similares características" y que podía producir "determinadas disfunciones en turnos concretos, máxime cuando al tratarse en la mayoría de los casos de bajas o ausencias de corta duración no es posible atender a su cobertura si no es mediante el cambio de turno de otro profesional". La Junta admite que la plantilla ha permanecido "invariable" los últimos dos años. En el desglose del personal no figura ningún médico ni por la tarde ni los fines de semana (solo uno fijo en el turno de mañana) y tan solo un fisioterapeuta.
La Oficina Jurídica de Atención a la ciudadanía de la Junta de Andalucía se ha comprometido, en un correo electrónico enviado a Atencia el pasado 17 de enero, a dar traslado "al órgano competente para que se realicen las diligencias oportunas. A tal efecto, se ha solicitado que emitan el oportuno informe con el fin de esclarecer los hechos".
Podemos
Hay más casos. Según la letrada Belén Martínez, miembro del Consejo Ciudadano de Podemos Málaga, la situación de la residencia resulta "grave" y "preocupante". "Tras entrevistarnos con Atencia, la primera persona que se puso en contacto con nosotros para denunciar la situación, nos hemos reunido con otras dos personas más. Estamos comprobando que no se trata de acontecimientos aislados. Ya son tres personas las que no lo han contado y los tres testimonios son coincidentes".
Uno de los problemas en la residencia reside en la entrada en vigor de la Ley de Dependencia que posibilitó que, con el cambio de normativa, el centro de mayores empezara a albergar también a grandes dependientes. "Ese cambio se debe haber realizado sin una adecuada planificación que garantizara la correcta gestión de las instalaciones y de la labor asistencial", denuncia Juan Antonio Gil, diputado del Grupo Parlamentario de Podemos Andalucía. "Han estado meses sin bañar a mi madre, le han confundido la medicación, a las 19.30 horas cena y hasta el desayuno, a las 10.30 horas, no toma nada más", expone el familiar de un residente que no quiere dar su nombre. Otra voz con miedo. "No puedo identificarme, lo siento..".
La Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía dice, en declaraciones a El Confidencial, que ha estado "siempre a disposición de residentes y familiares y ha respondido convenientemente a cuantas hojas y escritos de reclamaciones ha recibido, tomando en todos los casos las medidas oportunas para garantizar la adecuada atención a todos los residentes del centro". El director de la residencia no quiso hablar con El Confidencial.
Según Podemos, los pacientes de movilidad más reducida se encuentran en las plantas más altas del recinto. La residencia tampoco cuenta con un ascensor adecuado para su accesibilidad ni personal suficiente. "Ello ha provocado que estas personas queden condenadas a permanecer en esas plantas desde su llegada a la residencia". Los pacientes pagan el 75% de su pensión para estar en el centro malagueño.
En una pregunta formulada a la cámara autonómica sobre la residencia admiten la "falta de personal" que no permite la "correcta" atención de las personas residentes, tanto en temas de higiene como en control de tratamientos, "al contar con pocos auxiliares y un solo enfermero para la gestión de varias plantas".
"Esta falta de personal", según Gil, "supone una sobrecarga de trabajo para la actual plantilla, que repercute en el aumento de enfermedades laborales y cargas psicológicas". Podemos también critica las limitaciones de las instalaciones con ascensores cuyo tamaño "no permite" la entrada de las sillas de ruedas y comedores pequeños que obligan a tener varios turnos para dar de comer a los pacientes.
Inspección a la residencia
El partido, que ha pedido la comparecencia de la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Marina Álvarez, ha preguntado al Gobierno autonómico si ha realizado alguna inspección de la residencia en la actual legislatura y con qué periodicidad se están revisando la asistencia y adecuación de las infraestructuras de la residencia.
La familia de María no puede más. Ya han denunciado la falta de suplemento vitamínico para la residente o que hubiera pasado más tres días en la cama, sin posibilidad de levantarse. La semana pasada vieron que los tratos vejatorios persistían: "Papá, ¿qué le ocurre a mamá?". "¿Cómo? ¿Qué dices?". Las sábanas estaban húmedas. "No sé si le han cambiado los pañales o qué ha pasado…".
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