La Barra de Rosario amplía la rica oferta gastronómica de Conil
- El nuevo establecimiento de Pablo Núñez abre con el asesoramiento gastronómico de Mauro Barreiro y con dos premios conseguidos por su equipo de cocina en la ruta del atún
El sitio, situado en la calle Prieta, en pleno centro de Conil, se sale de lo habitual desde la primera impresión. Nada más entrar en La Barra de Rosario, un nuevo establecimiento que enrique la oferta gastronómica conileña, está la cocina, enmarcarda con vistosos azulejos en blanco y en azul. Un cristal permite ver a los cocineros trabajando dentro. A su lado, la barra. Es baja, de estilo japonés le dicen, lo que traducido resulta que tiene la misma altura que una mesa de comedor y se come sentado, mirando hacia el interior del mostrador.
Detrás, a la vista de los comensales, la parrilla alimentada con carbón, que será una de las grandes protagonistas de la oferta gastronómica del local. Avanzando para dentro, un minúsculo patio y otro salón. Fuera, una amplia terraza que comparten con el otro establecimiento del hostelero Pablo Núñez, la taberna Paralelo 38, un pequeño local especializado en atún y jereces y que le ha dado ya muchas alegrías, entre ellas tres premios ya acumulados en la ruta del atún de Conil, todo un logro si se tiene en cuenta que el local abrió en el año 2014.
Núñez, nacido en Conil, de familia bodeguera, ha apostado fuerte en su nuevo establecimiento. Para que la parte gastronómica triunfe ha fichado como director gastronómico a Mauro Barreiro, de la Curiosidad de Mauro y una de las mentes más creativas de la gastronomía gaditana. Con él ya ha conseguido, como presentación, dos premios en la ruta del atún que se celebra en la actualidad. Han sido los grandes triunfadores de este año en unión del bar Puerta Cai, situado en la conocida calle Cádiz.
El establecimiento ha sido diseñado por la firma Ortega López Millán arquitectos, con sede en Conil. Llaman la atención los gráficos situados en el salón principal con la cara de un hombre tatuada en azul y con palabras escritas en diversos idiomas.
El equipo del restaurante se complementa con dos veteranos de la zona. El jefe de cocina es Pedro Pérez, un cocinero que ha pasado por locales como La Ola, El Roqueo o La Fontanilla. En la atención al público la responsabilidad es para Francisco Lobo, que viene del restaurante Blanco y Verde, donde ha sido jefe de sala.
Núñez señala que lo que van a intentar es "defender el producto de la zona". "Tenemos muchas joyas y hay que defenderlas y para eso me he rodeado de gente muy válida. Estoy muy contento con los premios conseguidos nada más llegar y eso nos da muchos ánimos", reflexiona.
La Barra de Rosario y Paralelo 38 compartirán terraza y en ella se servirán platos indistintamente de los dos locales. Paralelo 38 se va a centrar a partir de ahora en preparaciones con atún en crudo, mientras que los platos cocinados quedarán para el nuevo local.
Mauro Barreiro destaca que "intentaremos desarrollar la idea de productos de kilómetro 0, cosas de sitios cercanos cocinadas de una manera sencilla, tratando de sacar lo bueno de cada uno, pero también metiendo un toque de alegría, de colorido y también de influencias de otras culturas".
Han empezado con una primera carta provisional constituida por una quincena de platos para compartir y cuyo coste varía entre los seis euros de unas croquetas de jamón ibérico y queso payoyo o un salmorejo con corazón de atún y los 20 que cuesta un lomo de ternera retinta hecho al carbón.
Los toques de Barreiro aparecen en una ensaladilla que se acompaña con un carabinero por lo alto o una empanadilla de jarrete con alboronía de verduras y emulsión de mostaza.
Hay platos originales como una ensalada de setas en escabeche que se acompaña con espinacas, una vinagreta de cacahuetes y un huevo cocinado lentamente.
Los detalles se cuidan al máximo. Así, cuentan con pan al estilo alemán elaborado por la panadería Carpe Diem y los picos y las regañás vienen de la famosa firma 'Don Pelayo' de Sevilla.
Las brasas están muy presentes en la carta. Ahí se hacen unos filetes de pargo o un calamar de potera que luego se acompaña con patatas rotas y aliñadas con la propia tinta del calamar. Además del retinto, también se hacen aquí varios cortes de cerdo ibérico como el secreto o una presa que primero se hace a baja temperatura y luego se termina a la brasa para darle un toque crujiente en el exterior.
Los postres son propios y Barreiro destaca que "iremos cambiando la carta conforme a la temporada". Lógicamente también están en carta, con las jornadas del atún, los dos platos premiados recientemente en la ruta: una barriga de atún presentada sobre un arroz aromatizado con "pellejos" del túnido. que lograba el primer premio en cocina innovadora, y un trozo de atún presentado junto con su hueso a la manera de un osobuco, una pieza de carne de la pierna de la ternera muy popular en Italia. El atún estaba aromatizado con un caldo de berza adornado con verduras en estado de crujientitas para descansar el paladar de tanta intensidad de sabores. El plato, presentado por La Barra de Rosario bajo la autoría de Mauro Barreiro y Pedro Pérez, lograba el segundo premio en el apartado de cocina tradicional.
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