Podemos corteja el voto socialista decepcionado “por el susanismo”

Teresa Rodríguez dibuja una Andalucía devastada por la corrupción y el clientelismo y propone a quienes se sienten socialistas que se sumen a la confluencia

La líder de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez, es consciente de que la suma de votantes de Izquierda Unida y la formación morada es del todo insuficiente para forjar esa nueva mayoría de cambio que expulse del poder a un Partido Socialista que, en su opinión, “ha degenerado en el susanismo”, enfermedaddel socialismo andaluz entre cuyos síntomas Rodríguez destaca el perfil de sus nuevos militantes: encarnan "un socialismo probeta, se han criado en las sedes del partido, no han militado en la UGT, ni han luchado por los derechos sociales ni contra el franquismo".

El negro diagnóstico expuesto este martes por Teresa Rodríguez ante la selecta audiencia de Los Desayunos del Diario Córdoba no resulta devastador únicamente para el PSOE, sino que lo es también para la propia Andalucía, que la dirigente gaditana contempla atrapada en una espesa red de corrupción, de naturaleza distinta a la corrupción del PP pero no menos grave que esta.

Vampiros y mafiosos

Rodríguez acudió a la tipología establecida en un artículo por el político ecologista Francisco Garrido para caracterizar la naturaleza clientelar de las políticas socialistas.

La corrupción del PP sería ‘modelo Drácula’ ("chupar la sangre de los bienes y los servicios públicos por la vía de la privatización y el enriquecimiento personal"), mientras que la corrupción del PSOE sería ‘modelo mafia’ (“construir una red clientelar de microcorruptelas que permite pedir ayuda a alguien de tu pueblo o de tu barrio para que te saque las castañas del fuego”).

El voto cautivo cambia de nombre

En la línea de lo sostenido por la juez Mercedes Alaya, Rodríguez está convencida de que el clientelismo, “uno de los grandes males de Andalucía”, está en el origen del escándalo de los ERE.

La parlamentaria por Cádiz admite que los principales responsables políticos de la Junta no se habrían enriquecido, ciertamente, pero sí habrían regado Andalucía de dinero público y no para proteger a los trabajadores afectados por el cierre de empresas, como ellos afirman, sino para captar el voto en otro tiempo llamado 'cautivo' por la derecha y ahora descrito como 'clientelar' por la izquierda.

Escuelas, hospitales...

. Teresa Rodríguez también distingue claramente dos etapas en la gestión política del PSOE andaluz: “Más allá del clientelismo y la corrupción, es verdad que las escuelas, los hospitales, los centros de mayores… vinieron de la mano de un Partido Socialista que fue degenerando, como es el caso del susanismo”.

En su proceso de confluencia con Izquierda Unida, Podemos tendrá “las puertas abiertas a todos aquellos que se sienten socialistas”, pero compartirían el diagnóstico de Rodríguez sobre el mal gobierno de la Junta y apostarían políticamente por una “verdadera alternativa a la austeridad”.

La Andalucía negra

La 'Andalucía negra' que dibuja Rodríguez no se limita solo a lo propiamente político. Su análisis de la economía andaluza también arroja un imagen fuertemente pesimista: "a la región vienen las industrias que nadie quiere, como petroleras y cementeras; no estamos en la antesala del desarrollo, sino que somos su cuarto trastero; la mayoría de los contratos están vinculados a los servicios y a la agricultura intensiva, con bajos salarios y poco valor añadido; y la estructura económica recompensa la baja productividad, lo que está propiciando una generación que se esfuerza más por conseguir un enchufe que por formarse".

Un libro de referencia

La líder de Podemos apoya en buena medida su 'sentencia condenatoria' en el “maravilloso libro” de Carlos Arenas ‘Poder, economía y sociedad en el sur’(Centro de Estudios Andaluces), alineado con las teorías institucionalistas de la economía que, preferentemente, explican las diferencias de prosperidad entre los países por la calidad de las instituciones sociales y económicas construidas desde el poder político.

Aunque Rodríguez no los citó, entre los ejemplos de capitalismo extractivo andaluz que el profesor Arenas pone en su investigación –sólidamente documentada, aunque no incluye un análisis comparativo de lo que sucede en otros territorios– destacan la explotación minera, el modelo depredador del turismo de sol y playa e incluso “el sistema escolar andaluz, que funcionó y sigue funcionando –sostiene Arenas– como un mecanismo más de extracción de rentas desde las clases pobres a las clases medias y altas’.