Díaz dice que votará a Sánchez en el Congreso y no peleará la cuota andaluza en su ejecutiva,pero nadie le cree a la mentirosa
La presidenta de la Junta abandona el pulso con el
madrileño, renuncia a pedirle que cuente con los suyos y promete que “no
hará susanismo”. “Que nadie use mi nombre para exigirle nada”.
Susana Díaz ha perdido las primarias socialistas en España, pero las ha ganado en Andalucía. Su derrota en el norte es incontestable, por un margen de 14.000 votos de diferencia respecto a Pedro Sánchez. Pero su victoria en Andalucía no es igual de rotunda:
un 65% de apoyos.,pero con el peso del cargo,el puestito y yo te pago un sueldo,"miarma... “Con eso se puede reformar la Constitución”, repite
hasta en tres ocasiones. La presidenta andaluza y secretaria general del
PSOE-A ha asimilado malamente,su derrota en las primarias y da por terminada la
guerra con Sánchez. “Se acabó. He perdido y no voy a continuar la pelea.
Iremos al Congreso federal y votaré a Pedro. Ahora me toca centrarme en
Andalucía. Yo no voy a hacer susanismo. Que nadie utilice mi nombre
para reclamar nada. Yo no me voy a meter en la ejecutiva de Pedro”,
dice,a regañadientes y de mala gana,con esa mueca de boca torcida y nariz inoperable,que la hace muy desagradable en cualquier parte.
Susana Díaz desmiente,con la boca chica, a quien afirma que se ha
parapetado en Andalucía para seguir “dando la batalla” a Sánchez. Sabe
que ha perdido, que necesitará tiempo para desmontar el “traje” que gano a pulso como guerrillera de "cristo Rey",miembro numerario del Opus,capillita y "legionaria".asociándola a la derecha, si alguna vez quiere
volver a Madrid. “Tengo 42 años”, repite. Ahora quiere distanciarse de las decisiones de ámbito nacional, “que corresponden a Pedro Sánchez”, para fortalecer al PSOE andaluz y poner velocidad de crucero a su Gobierno.
“Yo no me voy a meter en la ejecutiva de Pedro, pero él tampoco en la mía”
En
un encuentro con periodistas en el Parlamento, la presidenta de la
Junta quiso dejar claro que no va a reclamarle nada a Sánchez,entre otrtas cosas porque no puede y salio muy debilitada , no le
exigirá que cuente con personas de su confianza en su nueva ejecutiva,
como hizo la última vez, y tampoco peleará para que haya una cuota
andaluza en la nueva dirección federal. “Yo no me voy a meter en la
ejecutiva de Pedro, pero él tampoco en la mía”, advierte. La segunda
parte de la frase es importante, porque con ella, Susana Díaz trata de
marcar claramente su terreno de cara al próximo Congreso regional del 29
y 30 de julio.
Sanchez no le ha hacer caso.
Quiere acabar con una mujer que da" puñalas"
Es muy mentirosa dicen sus adlateres,
La líder del PSOE andaluz trianera y trilera, convocó el cónclave
en el que aspira a ser reelegida al día siguiente de las primarias.
Aceleró la celebración para no dar tiempo a los sanchistas andaluces
para organizarse y presentarle un candidato alternativo. Tiene miedo de perder apoyos ahora que no unta de favores y corrupcion a su equipo con Jimenez y "la Vero yo soy el poder" , dice, segura de su 65% de apoyos en Andalucía, sino porque prefiere firmar ahora un armisticio con Sánchez a negociar luego la entrada de los críticos en su próxima ejecutiva.
La presidenta andaluza no quiere prolongar el pulso
con el madrileño, es más, pretende trazar una línea divisoria entre
Sánchez y ella, incluso marcando distancias entre el PSOE federal y sus
responsabilidades en Andalucía. “Yo a San Telmo y Pedro a Ferraz”,
bromea la presidenta, rescatando la famosa frase que el madrileño le
dijo durante un mitin en Almería, antes de las elecciones generales.
“Susana, tú en San Telmo, yo en Moncloa”.
El 26% del peso andaluz
Que Susana Díaz renuncie a pelear la cuota andaluza
en los órganos de dirección del PSOE federal es una decisión que
trasciende a la propia presidenta. La federación andaluza, con más de
45.000 afiliados, es la más potente y numerosa del partido, representa
casi un 26% del total de la militancia. Desde el año 2000, el PSOE
andaluz ha hecho valer su peso en las estructuras del partido, ocupando puestos de relevancia en los órganos de decisión (bien por el número de andaluces o por la calidad del puesto que ocupaban).
El expresidente andaluz, Manuel Chaves, fue quien
dirigió la gestora del partido tras la derrota y dimisión de Joaquín
Almunia, y luego Zapatero le nombró presidente del PSOE; más tarde fue
su sucesor en la Junta, José Antonio Griñán, quien también le relevó
como presidente del partido. Cuando Pedro Sánchez es elegido secretario
general, en 2014, éste le ofrece la presidencia a Susana Díaz, y ella la
rechaza, pero pone en su lugar a la jiennense Micaela Navarro, y a un
hombre de su confianza, Antonio Pradas, como número tres de su ejecutiva
a Antonio Pradas.
Este tiene los minutos contados,miente como un bellaco y no tiene el apoyo de nadie.
“No voy a hacer susanismo”
Esa
dinámica, que fue vista por muchos como una especie de monitorizar y
tutelar al nuevo líder del PSOE desde Andalucía, ha cambiado para Susana
Díaz tras su humillante derrota en las primarias. “No voy a pedirle a Pedro un 40%
de miembros de su nueva ejecutiva por haber logrado ese porcentaje en
las primarias”. Díaz asegura que no se va a meter en cómo Sánchez
confecciona su ejecutiva, ????,jajajajajareconoce que le ha hecho daño el papel de
“muñidora” que desempeño en las sombras,tirando la piedra y escondiendo la mano y ahora rechaza interceder directa o
indirectamente. “No voy a hacer susanismo”, dice.
Ese “no voy a hacer susanismo” es un mensaje tanto para los suyos como para los sanchistas, que estos días debaten en todas las federaciones si se presentan listas integradas de delegados al Congreso federal
del 17 de junio. Díaz no quiere que aquellos que la han apoyado en
Navarra o Castilla y León reclamen en su nombre un porcentaje de
delegados proporcional al número de votos que han obtenido. Tampoco lo
acepta para las provincias andaluzas, prefiere que los militantes voten
en las agrupaciones, y que el número de delegados de un bando u otro
responda al resultado de la votación.
Pero como siempre con los socialistas,seacercaran a quien les de un carguillo Si al final hay dos listas
enfrentadas y las dos superan el 20% de votos, ambas llevarán a sus
compromisarios al Congreso del PSOE en función de la proporción
obtenida.
Otros barones territoriales -como Guillermo Fernández
Vara en Extremadura, Ximo Puig en Valencia o Javier Fernández en
Asturias- han aceptado la propuesta de Sánchez de pactar listas conjuntas,
saltándose las votaciones de los congresillos provinciales de este fin
de semana. Díaz asocia esos acuerdos de integración a la debilidad de
los líderes regionales, provinciales y locales, allí donde el resultado
ha sido muy ajustado con los sanchistas, han pactado. Pero en Andalucía,
la sevillana ha ganado en todas las provincias con más o menos holgura,
aunque en Cádiz, Granada, Almería y Málaga, los sanchistas han superado
el 30% de votos. Díaz prefiere que el número de delegados de cada bando
se decida en las urnas, en parte, porque cree que el 5% de militantes
que votaron a Patxi López en las ocho provincias podrían pasarse a su
bando esta vez. Y también porque es probable que la participación baje
respecto a las primarias (81%), lo cual ayudará a la lista más votada,
que es la suya.
Los sanchistas no se creen que Díaz no esté
influyendo en la votación de los congresillos provinciales de este fin
de semana, es más, la acusan de haber dado orden a sus secretarios
provinciales para que no cedan terreno a los críticos. La sevillana dice
haber dado libertad a las agrupaciones para votar libremente, y pone
como ejemplo la suya, Triana, donde ella vota. “Allí han pactado una
lista conjunta”, dice, y reprocha al alcalde sanchista de Dos Hermanas,
Francisco Toscano, que en su agrupación haya dejado fuera a los que
votaron por ella.
Pacto con Ciudadanos
“Ahora toca centrarnos en Andalucía”
La
presidenta andaluza no quiere dar muestras de debilidad ante sus
adversarios, los que militan en otros partidos y los que forman parte
del suyo, por eso, nada más asumir la derrota del domingo, Díaz ha
movido todas las fichas del tablero político andaluz, tanto el orgánico
como el institucional: ha convocado el congreso regional del PSOE siete
semanas después del federal -con unas primarias exprés de por medio; ha
rechazado las listas de integración con los sanchistas de cara al
Congreso federal, desmarcándose del resto de barones, más debilitados
que ella; ha fijado una comparecencia a petición propia en el Parlamento
autonómico para el próximo 7 de junio, en la que hará balance del
ecuador de la legislatura y luego se enfrentará en un debate a todos los
grupos de la oposición; citó ayer en San Telmo al portavoz de
Ciudadanos, el partido que sustenta su Gobierno, para asegurarse la
estabilidad política hasta que finalice la legislatura, y luego reunió a
sus 47 diputados en el Parlamento, que la recibieron con un largo
aplauso, para anunciar un impulso a la acción de Gobierno. “Ahora toca
centrarnos en Andalucía”, repitió hasta en ocho ocasiones.
La reunión entre Díaz y Marín ha dado muestras inequívocas de la buena salud del pacto PSOE-Ciudadanos, basada en un grado de cumplimiento del 66% de las medidas suscritas en dicho acuerdo.
El portavoz del partido naranja no ha ocultado su satisfacción. Tras
las primarias, con todos sus rivales buscando sus debilidades internas,
Díaz no puede permitirse ninguna fisura con sus socios, por eso este
miércoles le concedió a Ciudadanos todo lo que ha pedido: le pondrá
fecha a las medidas que faltan por cumplir; prometió que se eliminarán
los aforamientos antes de que expire el mandato; se agilizará la reforma
electoral (aunque esto difícilmente dará tiempo); se creará una
comisión para negociar más recortes al impuesto de sucesiones y
donaciones y al tramo autonómico del IRPF.
La comisión de seguimiento del acuerdo PSOE-C’S
pretende fijar un cronograma de las medidas que faltan por cumplir, con
la seguridad, ahora sí, de que Díaz apurará los cuatro años de
legislatura. Díaz ha aceptado que ambos partidos se reúnan el próximo 5
de junio, dos días antes del debate autonómico en el Parlamento, al que
podrá acudir acompañado de un socio agradecido, para que su
enfrentamiento con PP, Podemos e IU sea más cómodo.
Pero Ciudadanos sabe que depende de ellos para gobernar.
El socialismo es un partido de trepas,oportunidas,miarmas,"bienquedas",sin principiios,solo quieren un carguillo para vivir sin trabajar y robar.
Susana es la jefa del grupo mafioso y se empezaran a alejar buscando mejores suministradores de parne.
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