Los ministros atesoran casas y cuantiosos ahorros(LLEGARON LOS NUESTROS)

Los parlamentarios españoles hicieron públicos sus ingresos y patrimonios hace sólo unos meses y ahora, con ocasión de la nueva legislatura, se han visto en la obligación de hacerlo de nuevo. Ayer les tocó el turno a los diputados, lo que ha permitido conocer el patrimonio de buena parte del Gobierno que ayer tomó posesión.

Así se ha sabido que ministros como José Manuel Soria tienen más de 900.000 euros entre cuentas corrientes y diferentes tipos de inversiones, además de una vivienda en Las Palmas y parte de otras tres. De Miguel Arias Cañete se sabía que participaba de varias sociedades. Que tenía 325.000 euros en acciones de petroleras y que recibió en el 2010 dividendos por importe de 43.000 euros procedentes de esas acciones y de otras de bancos. Pero entonces no era ministro de Agricultura y Medio Ambiente. Como tal, no podrá seguir ejerciendo como abogado ni cobrar los 95.000 euros en concepto de honorarios que recibió ese año.

Fátima Báñez, titular de Empleo y Seguridad Social, parece saber cómo mantener saneadas sus cuentas personales. Una casa en Madrid y otra en Huelva y medio millón de euros en depósitos, bonos y acciones así lo atestiguan.

Ser alcalde de Madrid no es un chollo en lo económico. Alberto Ruiz-Gallardón declara haberse embolsado 66.000 euros en el 2010 por el desempeño de ese cargo, que es incompatible con casi todo. Posee una casa en Madrid y la mitad de otra en Nerja (Málaga) y cuenta con 26.000 euros en sus cuentas.

Jorge Fernández Díaz, nuevo inquilino del Ministerio del Interior, declara un piso en Madrid y otro en Barcelona, 152.000 euros en depósitos, 70.000 euros en planes de pensiones e hipotecas por valor de 100.000 euros.

Muchos no desentonan con su presidente. Rajoy ya declaró poseer dos pisos, una oficina y unos 600.000 euros en depósitos. En la Moncloa ganará menos que como líder de la oposición. Tampoco ganará más la vicepresidenta. Soraya Sáenz de Santamaría tiene dos casas. 100.000 euros en depósitos y, eso sí, una deuda hipotecaria de 400.000 euros.