¿Religiosos? Esta derecha se ha hecho pagana
Graciano Palomo.
En el primer gobierno Aznar hubo al menos cuatro ministros miembros o cercanos al Opus Dei u otras asociaciones religiosas católicas. En el de Mariano Rajoy sólo se puede constatar uno: Jorge Fernández Díaz, flamante ministro del Interior, que para eso tuvo un padre guardia urbano de Barcelona.
Hasta Soraya, vicetodo, prometió su cargo Constitución al hombro y está casada por la civil. Y otros ministros, la mayor parte, o están divorciados o sólo se reconocen en los códigos civiles.
Un dato que no pasa desapercibido para algunas organizaciones religiosas que pensaban, vanamente, en una contra-reforma tridentina tras el paso de las pajines y zerolos de todos los colores. Se equivocan. Ana Botella va a mandar pero en el Ayuntamiento de Madrid. Rajoy no se meterá en la vida privada de sus ministros y altos cargos. Nunca le gustó –porque en la suya se metieron-y, además, no está para ese “chollo”.
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