ANÁLISIS
Rueda de prensa del Consejo de Gobierno que aceptó la renuncia de la directora de Minas.Un cuchillo demasiado afilado
ANTONIO AVENDAÑO
A Susana Díaz le cabe el mérito de estar cambiando, y con un doloroso coste, la cultura orgánica del Partido Socialista en materia de dimisiones, pero esa revolución tiene, como todas, sus riesgos: el cuchillo de las responsabilidades políticas no puede ser ni tan romo como para no ser capaz de cortar nada ni tan afilado que haga sangre al más leve contacto con la carne. Antes estábamos en el primer caso y ahora tanteamos el camino hacia el segundo. Pero cuidado con la ética, que cuando se pone estupenda resulta insaciable.
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