La pugna de la derecha baja al
Sur
- Ciudadanos presume de implantación en el territorio al abrigo de las encuestas y el efecto Arrimadas al mismo tiempo que recibe críticas desde el PP por su apoyo al PSOE de Susana Díaz
En las elecciones autonómicas de marzo de 2015 Ciudadanos sólo logró 368.988 votos, el 9,28% de los apoyos. Era su primera comparecencia en los colegios electorales andaluces. Desde entonces, los ocho diputados de la formación naranja en el Parlamento, con Juan Marín a la cabeza, han permitido al PSOE gobernar con comodidad y el pacto con los socialistas ha tenido su coste en críticas y en la pérdida de un escaño, pues la malagueña Carmen Prieto abandonó el partido, no el sillón, porque rechaza el apoyo naranja al Gobierno. Pero en la sala de máquinas de Ciudadanos están satisfechos. "Los andaluces han comprobado que hemos conseguido reformas importantes que han contribuido a su bienestar", dijo ayer Manuel Buzón, secretario de Organización del partido en la región, que estuvo ayer en Madrid con sus homólogos en el resto de territorios.
Buzón es una de las cabezas pensantes en la Ejecutiva naranja de Andalucía. Juan Marín es portavoz en la Cámara, pero también lo es en una dirección que no tiene presidente ni secretario general. Buzón, por ejemplo, fue quien firmó con Juan Cornejo el pacto de investidura de Susana Díaz, pese a que no tiene ningún papel institucional. "Ciudadanos podrá concurrir a las próximas elecciones en la mayoría del territorio, ya que la estructura está consolidada", afirmó Buzón, que cifró en el 23,47% el crecimiento del partido desde septiembre y adelantó que ya están presentes en el 78% de Andalucía.
¿A qué se debe? Según el dirigente del partido, la victoria electoral en Cataluña ha animado la afiliación y "todas las encuestas en Andalucía nos permiten presentarnos como una apuesta ganadora y de futuro". La victoria de Inés Arrimadas al norte del Ebro es inspiradora para Buzón, Marín y los suyos, pero todavía queda lejos. Sin embargo, el auge naranja inquieta en el partido que ha aglutinado al centroderecha andaluz desde su fundación en los primeros noventa. Los ataques a Ciudadanos desde el PP no hacen más que recrudecerse en las últimas semanas con el fantasma del adelanto electoral paseándose por los pasillos del Parlamento y las sedes orgánicas.
Juanma Moreno reunió ayer a sus parlamentarios occidentales -los de las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz y Córdoba- en su cuartel general de la calle San Fernando de la capital. Allí retomó el argumento que ya adelantó el sábado en Málaga. "Ciudadanos se conforma con ser útil al PSOE, pero no a los ciudadanos de Andalucía", espetó Moreno, que ha tenido que defenderse no pocas veces de las andanadas de Marín cuando el líder naranja ha conseguido poner en marcha políticas largamente defendidas por el PP, como la reducción del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
"Llegaron a nuestra tierra diciendo que iban a regenerar la vida en Andalucía, pero ¿dónde está el revulsivo?", insistió el dirigente popular, que cree que Marín está "obsesionado con colgarse medallas aunque no haya corrido a la carrera". El político malagueño fue más allá y acusó a la formación naranja de copiar sus propuestas como "el MIR de los profesores, que anunciamos ayer [por el sábado] y Ciudadanos salió rápidamente a decir que la medida es suya".
"Les pediría que si quieren gobernar, que gobiernen, pero tienen que mojarse. Quien gobierna tiene que arrugarse el traje y Ciudadanos no está por la labor", defendió ayer Moreno, justo un día después de que el propio Marín afirmase que 2018 será el año en que la formación naranja se prepare para entrar en los ejecutivos -locales y regionales- a partir de las elecciones de la primavera de 2019.
Lo que no está claro aún es con quién tendrán que negociar populares o socialistas si quieren lograr el apoyo naranja después de los comicios. Ciudadanos elegirá a su candidato por un proceso de primarias que se pondrá en marcha al mismo tiempo que la convocatoria de elecciones. Marín quiere intentarlo, pero no ha logrado aún que la dirección estatal haga un gesto a su favor. Tampoco tiene asegurada la candidatura el otro líder de la bancada derecha, pero en las primarias del PP solo vota un afiliado, el presidente del partido y del Gobierno, Mariano Rajoy.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, seguirá un tiempo más manteniendo la incógnita sobre si será el candidato en las elecciones de 2019. El PP malagueño dio ayer el paso que pedía el regidor y le propuso oficialmente seguir de cabeza de cartel una elección más -la quinta consecutiva- pero la respuesta del alcalde fue que se tomará un tiempo de reflexión con su familia para adoptar una decisión "meditada y responsable" y que responderá antes de que acabe el mes de febrero. De la Torre reconoció que le agrada la idea de seguir en el cargo, "merece la pena con creces" y "soy feliz trabajando", aseguró en un comunicado, si bien repitíó los mismos argumentos que lleva empleando en los últimos meses. "Mi posición personal es no continuar, pero muestro disposición a seguir si es necesario, si entienden que mi aportación es necesaria, si los datos demuestran ese aporte", dijo el regidor, que también ha recibido presiones en contra, como las sugeridas por su predecesora, Celia Villalobos.