domingo, 5 de febrero de 2017

LA CHACHA ANDALUZA SACARA EN TODA ESPAÑA EL 10 % DE VOTOS

Susana Díaz consuma en Madrid su 'operación líder' del PSOE

El equipo de la presidenta le prepara contactos con una veintena de dirigentes socialistas de la zona norte de Madrid como avanzadilla al mitin con regidores de toda España del próximo fin de semana. Díaz es percibida aquí con recelos por su lejanía con el electorado “joven, urbanita y moderno”

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, junto al alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', durante la reunión mantenida en el Ayuntamiento gaditano. EFE/Román Ríos
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Susana Díaz ha alimentado un perfil político muy “populista” que triunfa en pequeños municipios y zonas rurales, pero que despierta muchos recelos entre el electorado socialista más joven, más moderno y más urbanita. Esta es la “imagen compartida” por muchos secretarios provinciales y locales con la que se ha encontrado el equipo de Díaz mientras cerraba su agenda de encuentros con la militancia fuera de Andalucía. El entorno más próximo de la presidenta andaluza, el que pilota su estrategia para convertirla en la futura secretaria general del PSOE, sabe perfectamente que la fortaleza de Díaz en los pueblos es también su debilidad en las ciudades.
La líder del PSOE-A no ha revelado aún si será candidata a las primarias, pero actúa como si lo fuera. Cada fin de semana, su equipo le diseña actos públicos y encuentros privados fuera de Andalucía, en los territorios más hostiles con la presidenta de la Junta, para testar el grado de apoyos con los que cuenta entre la militancia y los cuadros medios del partido. Esta agenda de contactos también le permite darse a conocer más allá de la imagen pública que proyecta a diario en los medios de comunicación.
Con esta premisa, el equipo de Susana Díaz le había organizado para estos días una serie de encuentros con alcaldes socialistas de la sierra norte de Madrid, una especie de avanzadilla con la que recabar apoyos antes del gran acto con regidores de toda España que tendrá el próximo fin de semana en la capital (organizado por el alcalde de Vigo, Abel Caballero). La dirección del PSOE-A no confirma que la visita de Díaz se mantenga, aunque varios dirigentes socialistas madrileños han asegurado a Público que “sí está prevista una reunión interna de trabajo que se quiere dejar fuera del foco público”. Otras fuentes advierten de que se trata de contactos con agrupaciones de Madrid “para preparar bien el mitin grande de la capital” (nadie duda que será un acto multitudinario porque irán socialistas de muchas federaciones de España, pero algunos temen que se perciba la ausencia de las agrupaciones madrileñas).
Juan Lobato dirigió la campaña de Eduardo Madina en la capital
Para el encuentro se ha elegido un lugar estratégico, el municipio de Soto del Real, que ya ha jugado un papel importante en otros procesos congresales del PSOE. Su alcalde, Juan Lobato, también diputado en la Asamblea madrileña, dirigió la campaña de Eduardo Madina en la capital cuando optó a la secretaría general del partido, y antes fue el encargado de elaborar la ponencia económica con la que Carme Chacón aspiró a liderar el PSOE (aquel equipo de la catalana lo pilotó Máximo Díaz Cano, secretario de la Presidencia del Gobierno andaluz, y mano derecha de Susana Díaz).
Díaz Cano conoce bien a Lobato pero, sobre todo, sabe que su municipio ha jugado un papel relevante en los últimos procesos internos del PSOE, y que sirve de nexo de unión entre 15 y 20 municipios de la zona norte de Madrid, todos gobernados por alcaldes socialistas, además de secretarios generales y portavoces locales. Para Susana Díaz es la vía de entrada a la capital, la federación a la que pertenece su gran rival, Pedro Sánchez. Aunque esta federación siga partida en dos, ninguna de las dos mitades se inclina abiertamente por respaldar a la andaluza.
Hay una imagen de Díaz que sus asesores más próximos se están esforzando por cambiar
Fuentes de distintas agrupaciones socialistas de la zona norte de Madrid han confirmado a Público que ellos “no han tomado la iniciativa de invitar a Díaz”, ha sido su equipo quien “ha pedido cita para visitar el cinturón socialista de la sierra madrileña y ver cómo palpita la militancia y los cuadros medios del partido”. “Este cinturón del PSOE madrileño no es susanista, aquí no hay especial predilección por ella. Sus asesores son conscientes de las dificultades que tendría su candidatura en Madrid, la resistencia a la que se enfrenta, y por eso quiere que la conozcan personalmente. Aquí hay una imagen de ella que sus asesores más próximos se están esforzando por cambiar, y para eso nos han pedido una reunión privada”, dice un dirigente madrileño.
¿Qué recelos provoca Susana Díaz entre los socialistas madrileños? Varios dirigentes de la zona explican que su candidatura tiene “complejidades orgánicas y sociales”. Nadie le niega el potencial y las ventajas que posee la sevillana: es quien más poder institucional ostenta en el PSOE, preside el Gobierno de Andalucía que, durante los últimos cuatro años de legislatura, ejerció como el único contrapeso a la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. Sin embargo, muchos coinciden en poner pegas al “perfil sociológico distinto” de Díaz: creen que su “peronismo” no casa con la tradición del PSOE, le reconocen su determinación y su discurso firme, pero cuestionan su “verbo ambivalente y a veces demagogo que puede “confundir” la derecha con la izquierda.
“El respaldo que arrastra Susana Díaz entre las personas mayores y entre las clases populares, con un nivel medio bajo, es brutal. Ojalá nosotros lo tuviéramos por aquí. Pero no sé si el margen de ganancias es muy ancho en esa parte de la militancia y del electorado. Por contra, su equipo es consciente de los recelos que genera en otros sectores, que es donde nos está ganando la partida Podemos: en las urbes, entre los jóvenes, universitarios preparados, clase media… Ahí el PSOE tiene un déficit importante, y existen dudas de que Díaz sea la indicada para recuperar a esa parte de los votantes”, explica un regidor de la zona.
Muchos han interpretado la incursión de Susana Díaz en Madrid como una respuesta a la irrupción de Pedro Sánchez en Sevilla, capital del PSOE y fuero de la presidenta, donde el madrileño confirmó hace una semana que optará a la secretaría general. En realidad la sevillana se adentra en uno de los territorios más hostiles con intención de tratar de tú a tú a los socialistas madrileños y suavizar su perfil. Sus acólitos saben que Díaz gana en la distancia corta y que ha sorprendido a muchos dirigentes socialistas que, antes de conocerla, tenían otra imagen de ella, la de esa persona populista que “dice a todos lo que quieren escuchar”.
En efecto, Susana Díaz no tiene ese perfil de político intelectual, cargado de referencias bibliográficas, que posee Felipe González o su antecesor en la presidencia de Andalucía, José Antonio Griñán. Pero sus más afines destacan que la principal virtud de la sevillana es que es “una esponja”, absorbe todo lo que oye, tiene memoria fotográfica, y no le cuesta nada hacer suyos los discursos y los argumentos que encajan con su idea de la política. Díaz posee esa extraña habilidad que tenía Zelig, aquel personaje-camaleón de Woody Allen, que al pasar unos minutos con un alemán, terminaba hablando alemán, y después de un rato con un grupo de filósofos, podía filosofar tanto como ellos. Lo que tratan de hacer ahora los suyos es situarla entre grupos de socialistas escépticos con la sevillana, confiados en que después de unas horas, todos terminen hablando el mismo idioma. Y ahora el idioma de Susana Díaz empieza y termina con las palabras “unidad y compañerismo”.

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