Susana Díaz consuma en Madrid su 'operación líder' del PSOE
El equipo de la presidenta le prepara contactos con
una veintena de dirigentes socialistas de la zona norte de Madrid como
avanzadilla al mitin con regidores de toda España del próximo fin de
semana. Díaz es percibida aquí con recelos por su lejanía con el
electorado “joven, urbanita y moderno”
.
Susana Díaz ha alimentado
un perfil político muy “populista” que triunfa en pequeños municipios y
zonas rurales, pero que despierta muchos recelos entre el electorado
socialista más joven, más moderno y más urbanita. Esta es la “imagen compartida” por muchos secretarios provinciales y locales
con la que se ha encontrado el equipo de Díaz mientras cerraba su
agenda de encuentros con la militancia fuera de Andalucía. El entorno
más próximo de la presidenta andaluza, el que pilota su estrategia para
convertirla en la futura secretaria general del PSOE, sabe perfectamente
que la fortaleza de Díaz en los pueblos es también su debilidad en las
ciudades.
La líder del PSOE-A no ha revelado aún si será
candidata a las primarias, pero actúa como si lo fuera. Cada fin de
semana, su equipo le diseña actos públicos y encuentros privados fuera
de Andalucía, en los territorios más hostiles con la presidenta de la
Junta, para testar el grado de apoyos con los que cuenta entre la militancia y los cuadros medios del partido.
Esta agenda de contactos también le permite darse a conocer más allá de
la imagen pública que proyecta a diario en los medios de comunicación.
Con esta premisa, el equipo de Susana Díaz le había
organizado para estos días una serie de encuentros con alcaldes
socialistas de la sierra norte de Madrid, una especie de avanzadilla con
la que recabar apoyos antes del gran acto con regidores de toda España
que tendrá el próximo fin de semana en la capital (organizado por el
alcalde de Vigo, Abel Caballero). La dirección del PSOE-A no confirma
que la visita de Díaz se mantenga, aunque varios dirigentes socialistas
madrileños han asegurado a Público que “sí está prevista una reunión interna de trabajo que se quiere dejar fuera del foco público”.
Otras fuentes advierten de que se trata de contactos con agrupaciones
de Madrid “para preparar bien el mitin grande de la capital” (nadie duda
que será un acto multitudinario porque irán socialistas de muchas
federaciones de España, pero algunos temen que se perciba la ausencia de
las agrupaciones madrileñas).
Juan Lobato dirigió la campaña de Eduardo Madina en la capital
Para
el encuentro se ha elegido un lugar estratégico, el municipio de Soto
del Real, que ya ha jugado un papel importante en otros procesos
congresales del PSOE. Su alcalde, Juan Lobato, también diputado en la
Asamblea madrileña, dirigió la campaña de Eduardo Madina en la capital
cuando optó a la secretaría general del partido, y antes fue el
encargado de elaborar la ponencia económica con la que Carme Chacón
aspiró a liderar el PSOE (aquel equipo de la catalana lo pilotó Máximo
Díaz Cano, secretario de la Presidencia del Gobierno andaluz, y mano
derecha de Susana Díaz).
Díaz Cano conoce bien a Lobato pero, sobre todo, sabe
que su municipio ha jugado un papel relevante en los últimos procesos
internos del PSOE, y que sirve de nexo de unión entre 15 y 20 municipios de la zona norte de Madrid,
todos gobernados por alcaldes socialistas, además de secretarios
generales y portavoces locales. Para Susana Díaz es la vía de entrada a
la capital, la federación a la que pertenece su gran rival, Pedro
Sánchez. Aunque esta federación siga partida en dos, ninguna de las dos
mitades se inclina abiertamente por respaldar a la andaluza.
Hay una imagen de Díaz que sus asesores más próximos se están esforzando por cambiar
Fuentes de distintas agrupaciones socialistas de la zona norte de Madrid han confirmado a Público que
ellos “no han tomado la iniciativa de invitar a Díaz”, ha sido su
equipo quien “ha pedido cita para visitar el cinturón socialista de la
sierra madrileña y ver cómo palpita la militancia y los cuadros medios
del partido”. “Este cinturón del PSOE madrileño no es susanista, aquí no
hay especial predilección por ella. Sus asesores son conscientes de las
dificultades que tendría su candidatura en Madrid, la resistencia a la
que se enfrenta, y por eso quiere que la conozcan personalmente. Aquí
hay una imagen de ella que sus asesores más próximos se están esforzando
por cambiar, y para eso nos han pedido una reunión privada”, dice un
dirigente madrileño.
¿Qué recelos provoca Susana Díaz entre los
socialistas madrileños? Varios dirigentes de la zona explican que su
candidatura tiene “complejidades orgánicas y sociales”. Nadie le
niega el potencial y las ventajas que posee la sevillana: es quien más
poder institucional ostenta en el PSOE, preside el Gobierno de Andalucía
que, durante los últimos cuatro años de legislatura, ejerció como el
único contrapeso a la mayoría absoluta de Mariano Rajoy. Sin embargo,
muchos coinciden en poner pegas al “perfil sociológico distinto” de Díaz:
creen que su “peronismo” no casa con la tradición del PSOE, le
reconocen su determinación y su discurso firme, pero cuestionan su
“verbo ambivalente y a veces demagogo que puede “confundir” la derecha
con la izquierda.
“El respaldo que arrastra Susana Díaz entre las
personas mayores y entre las clases populares, con un nivel medio bajo,
es brutal. Ojalá nosotros lo tuviéramos por aquí. Pero no sé si el
margen de ganancias es muy ancho en esa parte de la militancia y del
electorado. Por contra, su equipo es consciente de los recelos que genera en otros sectores,
que es donde nos está ganando la partida Podemos: en las urbes, entre
los jóvenes, universitarios preparados, clase media… Ahí el PSOE tiene
un déficit importante, y existen dudas de que Díaz sea la indicada para
recuperar a esa parte de los votantes”, explica un regidor de la zona.
Muchos han interpretado la incursión de Susana Díaz
en Madrid como una respuesta a la irrupción de Pedro Sánchez en Sevilla,
capital del PSOE y fuero de la presidenta, donde el madrileño confirmó
hace una semana que optará a la secretaría general. En realidad la
sevillana se adentra en uno de los territorios más hostiles con
intención de tratar de tú a tú a los socialistas madrileños y suavizar
su perfil. Sus acólitos saben que Díaz gana en la distancia corta y que
ha sorprendido a muchos dirigentes socialistas que, antes de conocerla,
tenían otra imagen de ella, la de esa persona populista que “dice a todos lo que quieren escuchar”.
En efecto, Susana Díaz no tiene ese perfil de
político intelectual, cargado de referencias bibliográficas, que posee
Felipe González o su antecesor en la presidencia de Andalucía, José
Antonio Griñán. Pero sus más afines destacan que la principal virtud de la sevillana es que es “una esponja”,
absorbe todo lo que oye, tiene memoria fotográfica, y no le cuesta nada
hacer suyos los discursos y los argumentos que encajan con su idea de
la política. Díaz posee esa extraña habilidad que tenía Zelig, aquel
personaje-camaleón de Woody Allen, que al pasar unos minutos con un
alemán, terminaba hablando alemán, y después de un rato con un grupo de
filósofos, podía filosofar tanto como ellos. Lo que tratan de hacer
ahora los suyos es situarla entre grupos de socialistas escépticos con
la sevillana, confiados en que después de unas horas, todos terminen
hablando el mismo idioma. Y ahora el idioma de Susana Díaz empieza y
termina con las palabras “unidad y compañerismo”.
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