La justicia falla que el exdirector de Salesianos de Cádiz vejó a los menores, pero no abusó de ellos
La sentencia, con el voto particular de una magistrada, considera que en algunos de los hechos hubo vejaciones, pero no aprecia "un ánimo libidinoso de abuso"
Colegio de Salesianos de Cádiz.
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz ha absuelto al exdirector del colegio Salesianos en Cádiz, F.J.L.L., de los delitos continuados de abusos sexuales sobre dos menores de 13 y nueve años, así como de los once delitos contra la integridad moral que, con carácter alternativo a los anteriores, se le imputaban y por los que fue juzgado entre el pasado 5 y 19 de mayo.
Según consta en la sentencia, de más de 70 folios y a la que ha tenido acceso Europa Press, los magistrados considera que en algunos de los hechos examinados hay “vejaciones, pero no se aprecia un ánimo libidinoso de abuso sexual, ni acciones objetivamente con una entidad de abuso sexual, en las que, frente a las imputaciones concretas que se presentan, hay un margen de duda de que inequívocamente haya una connotación sexual”.
La sentencia, que cuenta con el voto particular de una magistrada, señala que se le absuelve por las faltas de vejaciones leves de las que es autor material y directo, alguna con carácter continuado, al quedar despenalizadas tras la entrada en vigor de la L.O. 1/2015 de 30 de marzo.
Igualmente, se le absuelve de las 15 faltas continuadas de lesiones o de malos tratos de obra que se le imputan, si bien, por aplicación de la Disposición Transitoria cuarta de la L.O.1/2015 de 30 de Marzo, se le condena, como responsable civil directo, a indemnizar en concepto de daños morales a la cantidad de 500 euros a 12 menores.
El exdirector de Salesianos, acusado de abusos sexuales y agresiones físicas de 27 alumnos cuando era director del colegio religioso de Cádiz, se enfrentaba a una pena de cárcel de 38 años de prisión.
En la última de las nueve sesiones del juicio que intentaron dilucidar si cometió los delitos, el sacerdote hizo uso de su turno de última palabra para declarar: “Llegué a servir. Me remangué y me puse al servicio de padres, alumnos y de toda la familia salesiana pero no he sido profeta en mi tierra”.
Parece que en Cádiz no hay verguenza,por lo menos entre jueces.
Conozco a uno,este pueblo es chico,es vecino de Roche,y puedo asegurar que ese Juez es un pajero reprimido,catolicon capillita del Opus.
En la playa se le cae la baba y me temo que un dia se la menee delante de la gente.
España y yo somos asi señora....
QUE ASCO ME DAN
QUE ASCO ME DAN
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