Las almadrabas gaditanas inician una campaña complicada
La Organización de Productores Pesqueros presenta un recurso contra la orden del ministerio para el reparto de la cuotas
Hace ya varias semanas las cuatro almadrabas de la provincia comenzaron a calar las redes, pero no será hasta finales de abril cuando lleven a cabo las primeras levantás. El sector afronta este año una campaña difícil con el aumento mínimo de la cuota -apenas llega a las 913 toneladas- y la incapacidad para alquilar derechos a otras pesquerías. Esta había sido una salida habitual durante los años duros de restricciones, pero el Ministerio de Agricultura y Pesca decidió poner limitaciones para evitar la especulación.
Esta será la primera temporada en la que las cofradías de Cantabria y el País Vasco, que venían surtiendo de atunes a las almadrabas gaditanas a precios astronómicos, tendrán que pescarlos si no quieren arriesgarse a perderlos. El caladero, por tanto, se ha quedado muy pequeño. Explica Marta Crespo, gerente de la Organización de Productores Pesqueros, que las operaciones que se están cerrando son mínimas, directamente con los barcos y por poquísimas toneladas. «Son los que no la habían vendido durante los dos años anteriores y, en nuestro caso, ha sido con pescadores artesanales del Estrecho y de la modalidad de palangre del Mediterráneo», dice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario