Palabras y hechos en El Palmar
El Ayuntamiento de Vejer vuelve a anunciar que no tolerará construcciones ilegales pero continúan en pie casas prefabricadas instaladas hace dos años.
En diciembre de 2013, cerca de la rotonda que conduce a El Palmar, un hombre trajinaba en torno a unas viviendas prefabricadas que acababan de desembarcar en la parcela. Colocadas sobre unos pilares hechos con bloques de hormigón, aún no estaban techadas. Junto a una de las viviendas había un andamio. Ese mismo mes, el Ayuntamiento de Vejer había lanzado una campaña contra la instalación de viviendas prefabricadas en El Palmar. No obstante, tres meses después, las casas de la parcela cercana a la rotonda ya estaban techadas y preparadas para ser alquiladas a turistas.
Anteayer, al dar cuenta de que había ordenado el derribo de tres establecimientos no autorizados en El Palmar, el alcalde de Vejer, José Ortiz (PP), dijo que el Ayuntamiento seguirá con el mismo control urbanístico en esa zona para evitar la proliferación de construcciones ilegales, incluida la colocación de casas prefabricadas. Ortiz ya estaba al frente del Ayuntamiento hace dos años. Y anteayer mismo, cuando el alcalde repetía que el Consistorio no tolerará la ilegalidad urbanística, las casas prefabricadas de la parcela cercana a la rotonda, las fotografiadas en diciembre de 2013 y después, en marzo de 2014, ya techadas, continuaban en pie, desafiantes.
Tal vez el Ayuntamiento de Vejer tramita un expediente relativo a esas casas prefabricadas, quizá el propietario de la parcela ha sido multado y es posible que haya recibido orden de retirar esa construcción ilegal. Pero lo cierto es que dos años después de que fuesen instaladas, las viviendas de esa parcela siguen allí y lanzan de ese modo el mensaje sobre el que algunos jueces y fiscales alertaron hace años: esas casas están diciendo que algo no funciona, que únicamente si uno tiene mala suerte se queda sin su casa construida o levantada ilegalmente en El Palmar.
Para corroborar que ese mensaje cala es suficiente con observar los alrededores de esas casas prefabricadas que desde hace dos años han aguantado en pie pese a las campañas del Ayuntamiento de Vejer. Justo en la parcela de al lado se alza una casa de madera con porche. Y un poco más allá, otras cuantas viviendas de madera y también una blanca que sobresale por su altura. Parecen recientes. Esos son los hechos. Las palabras: "No haremos la vista gorda. No permitiremos que El Palmar se convierta en un poblado de chabolas. Con nosotros han pinchado en hueso". Lo dijo hace dos años Daniel Sánchez, concejal de Urbanismo de Vejer.
Anteayer, al dar cuenta de que había ordenado el derribo de tres establecimientos no autorizados en El Palmar, el alcalde de Vejer, José Ortiz (PP), dijo que el Ayuntamiento seguirá con el mismo control urbanístico en esa zona para evitar la proliferación de construcciones ilegales, incluida la colocación de casas prefabricadas. Ortiz ya estaba al frente del Ayuntamiento hace dos años. Y anteayer mismo, cuando el alcalde repetía que el Consistorio no tolerará la ilegalidad urbanística, las casas prefabricadas de la parcela cercana a la rotonda, las fotografiadas en diciembre de 2013 y después, en marzo de 2014, ya techadas, continuaban en pie, desafiantes.
Tal vez el Ayuntamiento de Vejer tramita un expediente relativo a esas casas prefabricadas, quizá el propietario de la parcela ha sido multado y es posible que haya recibido orden de retirar esa construcción ilegal. Pero lo cierto es que dos años después de que fuesen instaladas, las viviendas de esa parcela siguen allí y lanzan de ese modo el mensaje sobre el que algunos jueces y fiscales alertaron hace años: esas casas están diciendo que algo no funciona, que únicamente si uno tiene mala suerte se queda sin su casa construida o levantada ilegalmente en El Palmar.
Para corroborar que ese mensaje cala es suficiente con observar los alrededores de esas casas prefabricadas que desde hace dos años han aguantado en pie pese a las campañas del Ayuntamiento de Vejer. Justo en la parcela de al lado se alza una casa de madera con porche. Y un poco más allá, otras cuantas viviendas de madera y también una blanca que sobresale por su altura. Parecen recientes. Esos son los hechos. Las palabras: "No haremos la vista gorda. No permitiremos que El Palmar se convierta en un poblado de chabolas. Con nosotros han pinchado en hueso". Lo dijo hace dos años Daniel Sánchez, concejal de Urbanismo de Vejer.
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