Anguita reaparece para apuntalar el ‘sorpasso’
El exlíder del PCE protagoniza en Córdoba un mitin de Unidos Podemos en el que es reivindicado como símbolo de la coalicióN
El sorpasso y la pinza han recobrado vida sorpresivamente dos décadas después. Los dos conceptos de los noventa han resucitado en la campaña para las generales de este 26 de junio, que se parecen, sin embargo, en poco a aquellos comicios de 1996, aunque las crónicas de EL PAÍS hablaban entonces también de una compleja gobernabilidad. Todo porque el PP de José María Aznar —con sus 156 escaños, que hoy se ven lejanos para cualquiera que sea la primera fuerza— necesitó pactar para gobernar. Julio Anguita, el líder que en aquellos años intentó sobrepasar al PSOE, y quien atizó a los socialistas con la misma vehemencia que el PP, acaricia hoy, a sus 74 años, la idea de que Izquierda Unida, en alianza con Podemos, logre, por fin, consumar su anhelado sorpasso. Este miércoles reapareció en Córdoba, a cuatro días de las elecciones, erigido en símbolo de la coalición.
El Califa Rojo protagonizó un mitin de Unidos Podemos en la ciudad que gobernó entre 1979 y 1986, donde le recibieron coreando su nombre. A punto de dar las ocho de la tarde, apareció con micrófono de diadema acompañado del líder de IU, Alberto Garzón, los líderes andaluces de Podemos, Teresa Rodríguez, e IU, Antonio Maíllo, y el cabeza de lista por Córdoba de la coalición, Manuel Monereo. Tomó la palabra y advirtió: “Cuidado con los ensueños de las encuestas electorales. Cuidado con las borracheras de los días antes, porque a veces las encuestas las carga el diablo”.
“Lo que tenemos enfrente es muy fuerte y muy poderoso”, alertó Anguita, que llamó a los ciudadanos a apoyar con una “confluencia social” la “confluencia política” que ha logrado la candidatura de Unidos Podemos. “Necesitamos un contrapoder que se enfrente al poder”, esgrimió.
La decisión del líder de Podemos, Pablo Iglesias, de reivindicar el anguitismo al colocar como número uno por Córdoba a Monereo, histórico dirigente de IU y consejero áulico de Anguita, generó controversia en el seno de Podemos, y ha sido utilizado como arma por sus adversarios, sobre todo por el PSOE, que le acusa de reeditar la pinza con el PP. El movimiento parecía buscar un guiño a los comunistas escépticos con la coalición con Podemos (la candidatura conjunta logra retener al 70% de los antiguos votantes de IU, según el sondeo del CIS), pero también reavivó los recelos de los partidarios del segundo de Iglesias, Íñigo Errejón, para quienes las referencias de Anguita o Monereo chocan con el proyecto transversal ideológicamente de Podemos. A pesar de ello, Iglesias considera a ambos como padres políticos. El candidato, que se presenta al 26-J como aspirante a presidente socialdemócrata, no pudo evitar emocionarse con la presencia del ex coordinador general del Partido Comunista en un acto con militantes en Córdoba el pasado mayo, nada más cerrarse el pacto. “Este es el año 77, Pablo, el 77”, le dijo al oído Anguita mientras le abrazaba.
El propio Monereo entiende su fichaje como una apuesta de Iglesias por resucitar para Podemos la filosofía del Califa rojo. “El mejor discípulo de Anguita es Pablo Iglesias”, subrayó a EL PAÍS.
El de Córdoba fue el acto más rojo de todos cuantos ha celebrado la coalición, y las banderas republicanas y comunistas ondearon con viveza, acaso tratando de generar algo de aire en una sofocante tarde cordobesa, con 40 grados de temperatura. El líder de IU, Alberto Garzón, apeló a la izquierda y presentó a su predecesor en el cargo, la estrella del acto, como “un símbolo de una forma de entender la política y luchar contra las injusticias”, y le reivindicó por haber hecho un diagnóstico adecuado hace años. “Porque dijo que Maastricht era una mala idea, que la UE era una mala idea, que el euro era una mala idea y nos iba a traer adonde estamos”, dijo Garzón. Monereo clamó después: "Aquí en Córdoba hubo una persona que dijo una cosa inédita desde la Transición: '¡Queremos gobernar, asaltar los cielos, y no ser nunca más subalternos del PSOE, de las políticas socialneoliberales, de la corrupción!"
Mientras Pablo Iglesias sigue apuntalando la teoría de las dos orillas —o el PP o Unidos Podemos—, Anguita se confesó “preocupado”. “Lo que nos estamos jugando es tremendo, tengo preocupación: porque creo que va a caer sobre los hombros de estos compañeros una responsabilidad muy grande”.
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