martes, 24 de febrero de 2015

Mortadelo y Filemón regresan para

 perseguir al Bárcenas del 

«Partido Papilar»

En su álbum número 200, titulado «El Tesorero», los detectives tendrán que buscar al responsable de las cuentas de la formación del Gobierno, alguien muy parecido a Bárcenas
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Mortadelo y Filemón vuelven a su territorio natural, el tebeo. Los celebérrimos y descacharrantes detectives de la TIA, salidos del magín de Francisco Ibáñez hace más de medio siglo, compartirán en abril protagonismo en el papel con un señor elegante, canoso y patilludo, capaz de hacer, impertérrito, las mismísimas peinetas que Luis Bárcenas regaló a la prensa al principio de su peregrinaje judicial y carcelario.
Y es que en El tesorero, el álbum número 200 de la saga de los alopécicos detectives, buscarán al responsable de las cuentas y los volatilizados dineros del«Partido Papilar» (sic). El señor de las patillas, el cabello engominado y el traje cortado a medida que, como en la película de Woody Allen, tomó el dinero y corrió. Francisco Ibáñez (Barcelona 1936) sigue al pie del tablero derrochando ingenio, y como casi siempre, apegado a los dictados de la más rabiosa y corrupta actualidad. En este caso buscará el lado más cómico del afane y el trinque. La nueva aventura de Mortadelo y Filemón comienza cuando el responsable de economía del gobierno quiere disponer de dinero para gastos varios y descubre, horrorizado, que alguien ha robado los fondos de la tesorería del «Partido Papilar».
Se sospecha del tesorero del partido de gobierno, porque no aparece por ningún lado. Mortadelo y Filemón reciben el encargo del Súper de seguir al sospechoso y averiguar dónde ha ido a parar la pasta desaparecida, en una evidente parodia del caso de corrupción de «Los papeles de Bárcenas».
No en vano en señor de las patillas la gomina y el traje aparece en la portada sosteniendo unos papeles que tratan de escudriñar los detectives. Apenas se han avanzado unas viñetas del nuevo álbum en que el que Filemon Pí y su inseparable mago del disfraz persiguen en patinete al pinturero tesorero, quien, sin escatimar medios, se mueve en lujosos automóviles de alquiler con chófer y se aloja en hoteles de ocho estrellas
El año pasado Ibáñez ya parodió la situación política con Tijeretazo, su particular y desternillante visión de los recortes, en la que los detectives de la TIA trataban de neutralizar las alteraciones de la paz social que pudieran alentar y protagonizar grupos de alborotadores.

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