El sendero más largo de Europa comienza en Cádiz
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Aunque su creación es más bien contemporánea, en el pasado
podría haberse convertido en una de las rutas más importantes de la
historia dado que conecta a dos de las ciudades más relevantes del mundo
antiguo, Cádiz y Atenas. Decían que todos los caminos conducían a Roma,
pero este sendero ha convertido a la capital del imperio de Julio César
en lugar de paso y ha extendido su senda a lo largo de toda Europa. La
ruta del GR-7, que es así como se llama, nace en la alameda de Tarifa y
llega hasta el templo de Delfos en Grecia y viceversa. A través de
10.405 kilómetros sortea valles, ríos y montañas en el que se considera
el sendero más largo del viejo continente. Para su creación, hace ya más
de 35 años, se aprovecharon caminos antiguos, cañadas reales y vías
pecuarias abandonadas desde hace tiempo que hoy en día se han convertido
en pequeños tramos de obligado paso por su belleza. Es muy previsible
que muchos de estos caminos que se incorporaron pertenecieran a las
antiguas calzadas creadas durante la época romana.
El kilómetro cero se encuentra en la Alameda de Tarifa y
desde allí parte hacia la Sierra de Ronda de Málaga, atravesando los
pueblos gaditanos de Los Barrios, Castellar, Jimena de la Frontera,
Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario y Montejaque. Ya en la
provincia malagueña conecta con las Alpujarras de Granada y Almería. De
los más de 10.000 kilómetros, unos 1.200 se encuentran en Andalucía y
uno de las características más singulares es que atraviesa hasta diez
parques naturales. Tan solo en la provincia de Cádiz transcurre por los
parques del Estrecho, Alcornocales y Grazalema.
Lugares de especial interés por los que pasa esta ruta son
la comarca de Alhama, enclavada entre enormes fajas de roca que forman
verdaderas murallas naturales, el Parque Natural de Sierra Nevada, el
primer castillo renacentista de Andalucía ubicado Calahorra, el parque
Natural de Sierra Nevada o los baños termales en Zújar (pasando Baza).
Abandona las montañas andaluzas para adentrarse en la costa
de Levante y Cataluña hasta los Pirineos. Aquí cambia su nombre de GR-7
por el de E-4 para integrarse en la denominación europea. Pasados los
Pirineos conecta en Francia con un sendero de más de 50 años de historia
que conduce hasta Estrasburgo, Suiza, Italia y los Balcanes hasta
desembocar en Grecia.
En crecimiento
A pesar de que este sendero se conectó hace más de tres
décadas no ha parado de crecer. Los primeros ramales que se unieron
fueron en la zona de Italia y de los Balcanes, pero en los últimos años
el sendero ha ido creciendo en kilómetros y no sólo a lo ancho, también a
lo largo. Por el norte, la ruta ha llegado ya hasta Chipre y por el sur
ha cruzado el Estrecho. El nuevo sendero comienza en Ceuta, recorre el
norte de África y se adentra en el continente hasta llegar al Sáhara.
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