Carromero, de parranda en parranda en espera de asaltar las Nuevas Generaciones
En su retiro de la Calle Mayor, número 71, las oficinas que acogen a los grupos municipales del Ayuntamiento de Madrid, institución de la que él es asesor, está tranquilo y escondido, agazapado en la primera planta. Quizás porque le han recomendado que no se prodigue mucho por ahí, apenas se deja ver tomando el ascensor o subiendo y bajando las escaleras: el cabreo de los madrileños con Ángel Carromero, el asesor que cobra 50.000 euros anuales, sigue latente, especialmente por mantenerle Ana Botella el cargo en Cibeles tras viajar a Cuba en verano de 2012 enviado por Nuevas Generaciones, la rama juvenil del PP. Regresó de la isla en enero, después de cuatro meses en la cárcel y dos disidentes fallecidos accidentalmente en el coche que él conducía.
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